El Chimy Ávila quiso sellar las paz con el estadio de El Sadar tras un verano polémico en el que una imagen tomada en una gasolinera le costó convertirse en el foco de buena parte de la grada que incluso llegó a pitarle durante algún partido de esta temporada.

El delantero argentino fue fotografiado con una camiseta de Santiago Abascal el pasado mes de julio algo que no sentó muy bien a muchos seguidores rojillos que increparon al jugador. Este pidió perdón en sus redes sociales por lo sucedido y afirmó que le habían regalado la prenda y no sabía lo que representaba, pero que se identificaba con el mensaje.

Al comienzo de la temporada siguieron las críticas y los pitos al argentino que este viernes quiso congraciarse con sus detractores y tras su gol al Granada se dirigió a una parte de la grada pidiendo perdón a los aficionados de Osasuna por lo ocurrido en el verano.