Antoine Griezmann apenas ha jugado 30 minutos en cada uno de los tres partidos que el Atlético de Madrid ha disputado esta temporada. Pese a marcar ante Getafe y Valencia, el galo ha empezado los encuentros desde el banquillo y no ha saltado al césped hasta el minuto 63. Todo tiene una razón y no es deportiva. La clave, según ha desvelado Pedro Morata, está en el acuerdo de cesión entre el Barcelona y el Atlético.

Este viernes en rueda de prensa le han preguntado por el asunto a Simeone y el argentino ha respondido que "es hombre de club" y que le ha intentado "hacer entender al jugador" que "a veces es más importante jugar 30 minutos bien que 60 mal".

¿Cómo es el acuerdo de cesión entre el Barcelona y el Atlético de Madrid por Griezmann?

En el momento en el que el jugador dispute entre 12/14 partidos el Atlético de Madrid tendrá la obligación de comprarlo por 40 millones de euros. Además, tendría que darle dos años de contrato más, que ya están firmados, con un salario de 12 millones de euros brutos, algo menos de los 20 kilos brutos que Griezmann gana este año. En 2023 si el jugador vuelve al Barcelona percibirá 38 millones de euros brutos.

La duda es que pudiera haber un choque entre el interés de la institución y el interés deportivo, algo que Simeone ha despejado con sus palabras. El Barcelona ha puesto el asunto en manos de sus servicios jurídicos para que lo monitoricen, según cuenta Pedro Morata, porque considera que puede estar de manera intencionada el Atlético de Madrid retorciendo un contrato de buena fe para evitar pagar una cantidad que ve desorbitada por el delantero francés.

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Por otro lado, el agente de Griezmann, que es su propio abogado, va a tratar que ambos clubes negocien antes de que termine la temporada un acuerdo en el que no haya que estar pendiente de los partidos que ha disputado el futbolista y en el que su traspaso cueste menos dinero.

Para evitar este problema, el Atlético de Madrid le hizo una propuesta al Barcelona de comprárselo por 15 millones de euros a pagar en tres años. El Barça la rechazó. El club rojiblanco antes de empezar la presente temporada ya se pensó el no ejecutar el segundo año de cesión e incluso llegó a plantear un intercambio por Morata para evitar el pago por un futbolista que el club no tiene intención de que continúe.