El Ayuntamiento de Barcelona ha concedido la licencia de obras para la reforma del Camp Nou, que el FC Barcelona prevé iniciar el próximo mes de junio, una vez finalice el presente curso, y que provocará que en la temporada 2023-24 los partidos del primer equipo de fútbol se disputen en el Estadio Olímpico Lluís Companys.

En un acto celebrado este jueves en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y el presidente de la entidad azulgrana, Joan Laporta, han presentado los detalles del acuerdo de la comisión de gobierno del consistorio que permitirá el inicio del proyecto de reforma y ampliación del estadio que el club prevé acabar en la temporada 2025-26.

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Con esta concesión, el Barcelona tiene luz verde para empezar a reformar una de las piezas clave del Espai Barça, el proyecto que prevé la remodelación del estadio de fútbol, la construcción de un nuevo Palau Blaugrana y la reordenación urbanística de los alrededores del Camp Nou.

La ejecución de las obras implicará que los partidos de fútbol que habitualmente se disputan en el Camp Nou se trasladen al Estadio Olímpico Lluís Companys en el curso 2023-24, si bien ambas instituciones están todavía trabajando para cerrar un acuerdo que establezca las condiciones de uso de este recinto.

¿Qué pasará con los abonados?

El Camp Nou cuenta con una capacidad de algo más de 99.000 espectadores, pero en el Olímpico de Montjuic solamente entran 56.000 personas a lo que se une la existencia de una pista de atletismo que aleja al público de los jugadores. El presidente azulgrana ha querido tranquilizar a los socios y ha dejado claro que el aforo de la 22/23 será prácticamente el 100%. El club no ha explicado cómo se repartirán las localidades cuando se cambie de estadio. Para la 2025-2026 se contempla que sea superior al 50 por ciento, aunque posiblemente no habrá aforo completo porque se estarán terminando las obras.