Argentina ya celebra la tercera estrella de campeones del mundo, la obtenida en Qatar en una final agónica ante Francia (3-3, en penaltis), por las calles de Buenos Aires. Lugares icónicos como la avenida 9 de Julio o la Plaza de la República se llenaron de hinchas argentinos deseosos de celebrar el triunfo histórico de selección.
Un autobús repleto de jugadores de Argentina recorrió las calles de la capital sudamericana, con la Copa del Mundo robándose todas las miradas. Y obviamente, con su gran escudero, con Leo Messi, siendo protagonista junto a la Copa. Pero el propio Messi y más compañeros suyos tuvieron un susto que menos mal que no fue a más.
En concreto, un cable traicionero se coló en el camino de Paredes, De Paul, Messi, Di Maria y Otamendi, con la Copa del Mundo también presente. Y menos mal que se dieron cuenta, porque la gorra de Paredes no tuvo tanta suerte, y se cayó al vacío. Un episodio anecdótico de una celebración histórica.