La selección rusa jugará en el Estadio Krestovski de San Petesbugo un partido amistoso frente a Irak. Los rusos volverán a jugar un partidos de selecciones en territorio ruso tras el inicio de la camapaña en Ucrania, el último partido que jugaron en casa se saldó con una goleada a Chipre por 6-0 en la fase de clasificación del Mundial de Qatar, que finalmente no disputó al ser excluido por la FIFA.

Ante el ostracismo internacional y la falta de rivales con los que jugar, el conjunto de Valeri Karpin jugó en septiembre de 2022 un partido amistoso en Kirguistán (1-2) y en noviembre empataron sin goles ante las los combinados de Tayikistán y Uzbekistán.

Antes de verse las caras con Irak, los rusos se enfrentarán este jueves en Teherán a la selección iraní que dirige Amir Ghalenoei que sustituye a Queiroz en el banquillo de Irán tras disputar la pasada Copa Mundial, en la que ganó un partido y perdió los otros dos.

Por todo ello, la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) se plantea abandonar la UEFA y jugar en Asia, propuesta que ha provocado un acalorado debate nacional. La UFR teme que la exclusión de su selección le impida participar también, además de en la Eurocopa de Alemania de 2024, en la fase de clasificación para el Mundial de 2026, que se jugará en EEUU, México y Canadá.

Por otra parte, Karpin, que renovó recientemente su contrato como seleccionador hasta 2024, apoyó la idea de que los brasileños del Zenit, Malcom y Claudinho, que recibieron recientemente el pasaporte ruso, puedan jugar con la selección rusa.