El exfutbolista iraní, Ali Karimi, continúa en vilo. El exinternacional ha vuelto a cambiar de domicilio después de haber recibido amenazas de muerte por su apoyo a las protestas contra el régimen del país árabe.

El mediocentro, que jugase para el Bayern de Munich o Schalke 04, afirmó que ha dejado Dubái por otro lugar a raíz de las amenazas. "Recibí amenazas de muerte de varios lados. Por eso me vi obligado a alejarme de Irán, y tuve que mudarme de nuevo. Es una sensación terrible estar en el exilio. Mi esperanza es que la revolución por la libertad de vida de las mujeres tenga éxito", declaró por videollamada en una noche temática sobre deportistas iraníes en el Museo Alemán del Fútbol de Dortmund.

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Karimi es uno de los exjugadores iraníes que han expresado su solidaridad con las protestas contra el régimen del país, a raíz de la muerte en septiembre de una joven, Mahsa Amini, bajo custodia policial por infringir supuestamente el código islámico de vestimenta. Las autoridades judiciales del país han presentado cargos contra el exjugador, 129 veces internacional para Irán, por solidarizarse con el enemigo y fomentar los disturbios. Karimi comentó que esperaba que más futbolistas y deportistas se unieran a las protestas.

"Los jugadores internacionales, en particular, ocupan un lugar en el corazón de los aficionados del país. Teniendo en cuenta esta plataforma concreta, creo que es deber de todo futbolista implicarse en causas sociales. Es mi deseo que cada deportista encuentre su lugar en el lado correcto de la historia y se implique en la revolución por la libertad de la vida de las mujeres", declaró

El exinternacional iraní agregó que se opone al boicot del deporte iraní. "Todos los deportistas deben participar en grandes acontecimientos como los Juegos Olímpicos porque ofrecen la única oportunidad de difundir la voz del pueblo iraní en todo el país", agregó.