Julen Lopetegui dirigió la última sesión del Real Madrid antes de disputar la tercera jornada de la Liga de Campeones, ante el Viktoria Plzen, en una sesión que comenzó observando al margen y acabó contagiándose de las risas de sus jugadores en un juego de calentamiento.

Habían situado dos porterías en espacios reducidos, tapadas con una lona que dejaba seis agujeros con diferente puntuación para colar el balón. Los jugadores del Real Madrid, todos salvo Dani Carvajal lesionado, debían pasarse con velocidad el balón con las manos y rematar a puerta con la cabeza o el pie.

El juego cambió la tristeza que marcó la jornada dominical por bromas entre compañeros y risas que se trasladaron a un Lopetegui que había comenzado serio, viendo de lejos los ejercicios de calentamiento de sus jugadores y dejando trabajar a sus ayudantes.

El técnico vasco sigue al mando del Real Madrid, sin noticias de una destitución que planea por el club desde la derrota del sábado ante el Levante que aumenta a cinco los partidos sin ganar y a tres los encuentros perdidos de forma consecutiva.

Lopetegui contó con todos los jugadores de la primera plantilla a excepción de Carvajal, que prosiguió con su plan de recuperación de la lesión muscular que sufre en el interior de las instalaciones.

Con el grupo se pudo ver trabajar al brasileño Vinicius, autor de un gran gol de falta con el Castilla el domingo, al Celta B, antes de ser expulsado por doble cartulina amarilla. Le impedirá jugar el clásico pero no tener minutos ante el Viktoria Plzen si Lopetegui lo estima oportuno.

El técnico recupera para el once inicial a Toni Kroos, Gareth Bale y Karim Benzema, los tres suplentes frente al Levante, y planea más cambios al once en busca de la reacción y los goles.