Nuevas revelaciones en el 'Caso Negreira'. El diario El Mundo publica este miércoles parte de la documentación que la empresa Dasnil, propiedad de José María Enríquez Negreira, presentó a Hacienda con el objetivo de intentar deducirse una serie de gastos relacionados con la compra de diversos productos con los que obsequiaba a los árbitros de Primera División.

El exvicepresidente del CTA habría utilizado decenas de miles de euros, procedentes de las arcas del Barcelona, para adquirirlos. Sin embargo, la Agencia Tributaria habría rechazado la posibilidad de deducción. Entre otras cosas, Negreira llegó a adquirir 1.500 tarjetas rojas y amarillas personalizadas con sus correspondientes 'porta tarjetas' para repartir entre los miembros del colectivo arbitral.

Además, regaló cientos de monedas para realizar el sorteo de campo antes del inicio de los partidos, concepto en el que en 2016, según revela El Mundo, llegó a gastarse 2.032 euros. Por la compra de las tarjetas, en ese mismo año, desembolsó 4.460 euros.

Regalos que no tenían nada que ver con el arbitraje

Al margen de las monedas y las tarjetas, Enríquez Negreira también habría destinado ingentes cantidades de dinero a la compra de obsequios que no tenían ninguna relación con la labor arbitral. Llegó a comprar jamones por importe de unos 10.000 euros y decenas de entradas para partidos de fútbol que luego regalaba a sus 'clientes', según aparece en los papeles de Hacienda. El problema era que el único cliente real de Dasnil era el Barcelona, al que prestaba servicios de asesoría.

Con respecto a las entradas, Negreira habría explicado a Hacienda que fueron atenciones para compromisos suyos y que, en muchas ocasiones, los destinatarios de las entradas le reintegraron el dinero mediante transferencias bancarias. En otros casos, especialmente coincidiendo con finales de Copa del Rey, el ex número dos de los árbitros dejó constar que eran 'invitaciones'.

Según la contabilidad de su empresa, también llegó a adquirir objetos veraniegos como palas de playa, sombrillas y bolsas enfriador; sacacorchos, tostadoras, sandwicheras, mantas, pantalones o bolígrafos puntero láser. Al margen de los regalos, también llegó a invitar a los árbitros a comer en conocidas marisquerías de Madrid y Barcelona en las que habría lleagdo a desembolsar facturas de más de 2.000 euros. En las cuentas de Dasnil también aparecen dulces, vinos, licores y queso, importantes cantidades de billetes de lotería y otras invitaciones varias que no están especificadas.