Parque Ofimático: el barrio en teoría - Pateando A Coruña

Parque Ofimático: el barrio en teoría

Parque Ofimático. Entre Matogrande, la Avenida de Monelos, Eirís de Abaixo y Alfonso Molina. 394.000 metros cuadrados. 15009.  

 De parque empresarial a 2000 viviendas

El Parque Ofimático comenzó a planificarse en los años 90 como un polígono de empresas de servicios, tecnología e información. En aquella década se anunciaba como una zona donde habría edificios inteligentes “y servicios como videotexto o correo electrónico”. Ocuparía 34 hectáreas en el Monte de Eirís, al lado del naciente Matogrande, y su actividad sería estratégica. Hoy en día, todavía no hay señalización que dirija a los coruñeses hacia este ámbito que ocupó gran parte de las zonas conocidas como Eirís de Abaixo, As Cernadas o As Peladas.

El proyecto de parque empresarial de lujo no pasó de la maqueta. En el 95 se cambiaba el uso de los terrenos, mayoritariamente, a vivienda. Fue en 2007 cuando se aprobó un proyecto de reparcelación que plantearía un nuevo Parque Ofimático. Con el anterior, solo tenía en común el nombre.

Sobre el plano se plantean más de 2000 viviendas, 1200 de ellas de protección oficial, y un barrio con amplias zonas verdes y comunes que tendría que estar ya a pleno rendimiento. El problema es que entre la teoría de hace doce años y la realidad de 2019 han mediado una crisis inmobiliaria, numerosas demandas judiciales, una infinidad de intereses contrapuestos y cuatro gobiernos locales de distinto color político. Por eso, el sonido del Ofimático, hoy en día, todavía es el de las voladuras, los martillos o los taladros.

Un centenar de vecinos

En todo este enorme ámbito, solo tienen nombre cinco calles. Una de ellas es la de Xosé Lesta Meis, escritor coruñés nacido muy cerca de aquí, en Eirís de Arriba. Situada en la parte alta de Alfonso Molina, es la vía de mayor actividad. Asoman cuatro edificios presentes y futuros.

Dos de los inmuebles están prácticamente terminados. Uno es ya solar. Y el último tiene, por fin, vecinos. Es el de las 25 familias de la cooperativa A Carnocha, que estos días completan la mudanza a las viviendas que comenzaron a planificar hace ya diez años.

Lo contaba a COPE Coruña Francisco Candamio, presidente de la Cooperativa A Carnocha:

En la misma situación están las casi 70 familias de la cooperativa Cofuncovi, que comienzan a ocupar sus pisos en la avenida As Fresas de Eirís. Avenida será en un futuro, puesto que unos maceteros y unas vallas la cortan a la mitad.

Entre los dos edificios habitados parece que media un abismo formado por rejas, parcelas llenas de maleza y obras. Caminar o ir en coche por aquí supone el riesgo de encontrar una excavadora en medio de una calle sin nombre. Y es que la mayor actividad la siguen marcando cada mañana los obreros que han ido construyendo los edificios mientras, en paralelo, iban naciendo el asfalto, las aceras y las 600 farolas que iluminan el barrio cada noche. 

Calles sin papeleras

Los primeros vecinos están contentos por el fin de una década de agonía, pese a que el único servicio que hay son unos contenedores al lado de las viviendas. Ni bancos, ni papeleras para los residentes o para los visitantes. Eso sí: para aparcar, hay sitio de sobra.

Algunos son vecinos de Eirís de toda la vida que sacan aquí a pasear al perro. Es posible que a ellos les quede más cerca los dos supermercados que están en construcción en una esquina del polígono, al lado de la única entrada permitida hasta la fecha al lado de la avenida de Monelos. Moverse en coche es casi obligatorio.

El primer edificio, vacío

Y dentro de la historia del revés que ha sido la del Ofimático, no es de extrañar que el primer edificio que se completó todavía no pueda ser habitado. Aspecto futurista, color verdoso y bien visible desde todas las esquinas del barrio. Es el de la cooperativa privada Parque Ofimático.

Pensaban venir a vivir hace un año, pero cuando estaba todo listo, se enfrentaron a un nuevo revés por causas que no alcanzan a comprender. Había que cambiar el transformador que estaba bajo la vía pública, pese a las autorizaciones anteriores que había recibido el proyecto. En vez de la vivienda de sus sueños, solo tienen deudas que crecen en miles de euros cada semestre. 

Promotores a la fuerza

De deudas saben mucho los antiguos vecinos de la zona. Tuvieron que vender fincas y casas a cambio, hasta ahora, de nada más que pérdidas difícilmente asumibles para sus economías modestas. Y es que la urbanización del Ofimático no la paga directamente el Ayuntamiento, sino los propietarios del suelo: la Xunta, los promotores y los anteriores propietarios. Sobre el papel, tienen derechos edificatorios en el ámbito, difícilmente realizables a día de hoy.

          

El Parque Ofimático será, seguro, un barrio de primera. Lo que es imposible saber es cuándo. Los nuevos planos prometen dos mil árboles, carril bici, acceso a Matogrande y una gran plaza central. Pero esto no será antes de 2021.

 

De momento, toca convivir con parterres llenos de malas hierbas, toxos y plumachos en esta ventilada y judicializada zona de A Coruña. El Parque Ofimático es aún un barrio en teoría. Está listo el continente básico pero no la mayor parte de su ansiado contenido.

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