Calle Pelamios: 30 años de arte frente al mar - Pateando A Coruña

Calle Pelamios: 30 años de arte frente al mar

Calle Pelamios. Entre la calle Veramar y Rafael Baixeras. 350 metros. 19 números. 15001.

 

Un edificio singular para una calle discreta

La calle Pelamios, paralela a Orillamar, no es una calle pequeña, pero pasaría completamente desapercibida si no fuese por un edificio en el que nace el arte desde hace tres décadas: la Escola de Arte e Superior de Deseño Pablo Picasso.

  

300 millones de pesetas, casi 5200 metros cuadrados, 52 profesores y 629 alumnos eran las cifras del edificio que se inauguró el 14 de noviembre de 1988. Este centro blanquiazul de formas redondeadas es obra del Premio Nacional de Arquitectura José Antonio Corrales, y su construcción se inició en el 1983.

En la Pablo Picasso preparan ya los actos de su 30 aniversario, que se desarrollarán en diciembre. Lo contaba a COPE Coruña en esta entrevista el director del centro, Mario García:

 

Picasso, los pasillos y el conserje que vive en la escuela

La EASD Pablo Picasso estrenaba continente en el 83, pero no contenido. Y es que a aquella Escuela de Artes y Oficios pasarían los alumnos que hasta entonces estudiaban en el edificio de Eusebio da Guarda, en la plaza de Pontevedra. Uno de los más brillantes y el más conocido había sido, cómo no Pablo Ruiz Picasso, quien aprendió los fundamentos del dibujo en A Coruña a finales del Siglo XIX.

Algunos de los modelos de escayola que Picasso elaboró se pueden ver hoy en día en los pasillos de la escuela. Pero no solo el malagueño decora este lugar. Discóbolos, figuras de barro, cuadros abstractos… forman parte de la exposición permanente de obras de los alumnos que hace de este lugar una escuela diferente a cualquier otro centro de educación:

Las clases, los pasillos y los despachos los conoce bien Paco, el conserje. De hecho, él tiene su residencia dentro de la escuela y lleva en el puesto desde antes del traslado a esta zona. Desde su garita, controla a los 43 docentes y los 400 estudiantes matriculados en esta escuela.

 

 

De las rocas de Pelamios a las mil escaleras al Paseo

El topónimo gallego “Pelamios”, derivado del latín pelle, se refiere a lugares en los que se realizaba el curtido de piel. Al margen de este probable pasado medieval, muchos vecinos de Monte Alto recuerdan todavía bañarse en las rocas de Pelamios, donde estaban la poza de la Virgen o la de los Carabineros. Entre Veramar y el cementerio de San Amaro hablan también de una chatarrería, de la Escuela Vázquez o del Barrio de Calderetas, la actual Vereda del Cementerio.

Todo ha cambiado hasta dar paso a una calle en la que los únicos negocios son un bar y una papelería. De todas formas, los vecinos saben que tienen a un paso todos los servicios en la zona Orillamar. Del otro lado, el Paseo Marítimo, bajo las numerosas rampas o las escaleras que salvan el desnivel en el que se encuentra la calle respecto al mar.

 

Subterráneo frustrado en una Calle Dormitorio

Los garajes de los modernos edificios que se construyeron en la década de los 2000 minimizan los problemas de aparcamiento que, a determinadas horas, se encuentran los que llegan a Pelamios. En 2012 se anunció un parking subterráneo frente a la escuela, un proyecto que se anularía meses después porque solo una docena de vecinos mostró interés en comprar una plaza.

Las nuevas construcciones revalorizaron esta zona y atrajeron a familias a esta zona tranquila con privilegiadas vistas a la Ría de A Coruña y a la zona de Mera y Seixo Branco.

 

De todas formas, Pelamios tiene hoy cierto aire de Calle Dormitorio. Hay tardes en las que es difícil escuchar algo más que el ruido del mar, de las gaviotas o de los coches entrando en los garajes. Es el silencio de una calle en la que las paredes hablan: las expresiones artísticas están hasta en el mobiliario urbano.



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