Entrevista a Francisco González-Barros, hermano de la Venerable Alexia: “Rodar este documental era una obligación moral”
¡Mis queridos palomiteros! Entrevista a Francisco González-Barros: “Rodar ‘Alexia’ era obligación moral”. Una pancarta lo resumía todo: “¡Alexia, bienvenida a casa!”. En la tarde del lunes 12 de diciembre de 2011 asistí a una de esas ruedas de prensa que hacen historia. Del prólogo de la noticia ya dimos cuenta hace unas horas. Recordamos de nuevo que el pasado 5 de julio el Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas de la joven de 14 años, Alexia González-Barros.
Se presentaba en sociedad el DVD Alexia -distribuido por European Dreams Factory-, documental de creación sobre la niña Alexia González-Barros, dirigido por el cineasta y novelista Pedro Delgado que también contó con la presencia del co-guionista y productor asociado, Jerónimo José Martín, crítico de cine y presidente del Círculo de Escritores cinematográficos.
Moderada con suficiente profesionalidad por la también crítica de cine Ninfa Watt, la rueda de prensa -celebrada en el colegio Jesús Maestro de Madrid, donde estudió Alexia- sumó dos presencias excepcionales que nunca habían comparecido ante los medios de comunicación por no querer participar de un presunto circo mediático: dos de sus hermanos, Mª José y Francisco nos ofrecieron una idea más perfecta sobre su hermana en vías de beatificación.
Entrevista a Francisco González-Barros: “Rodar ‘Alexia’ era obligación moral”
Tras las presentaciones de los miembros de la mesa, tanto el director como el co-guionista trasladaron al auditorio, con alegría y buen humor, todos los avatares hasta que el documental tomó forma y despegó, el modo en que se gestionó y los contactos con la familia para recabar los materiales necesarios para hacer de Alexia un producto bien acabado, fiel al espíritu, a la esencia, de González-Barros.
Pero lo más interesante llegó cuando algunos miembros del salón de actos preguntaron a María José o Francisco sobre su hermana, hasta el punto de abordar temas de fondo como la muerte, el sufrimiento, el dolor, la pérdida o la ausencia, que en realidad siempre es presencia.
De este modo, la comparecencia de los familiares comenzó a adquirir fuerza, sostenida por los pilares de la fe. No en vano pudimos ver a María José y Francisco ciertamente emocionados por una alegría sin precedentes. ¡Y vaya paradoja!: era la medida perfecta para calcular el ambiente exacto de esa épica rueda de prensa.
“Yo quiero vivir -él cáncer se apoderó de ella rápido- pero que sea lo que Tú digas”
Francisco indicó a Palomitas de Maíz que estaba allí porque sus padres ya no estaban con él ni con su hermana, y de algún modo se han convertido en los portavoces de Alexia para arrojar luz sobre un testimonio de amor que debe ser recordado siempre.
¿Fama de santidad?
“¿Tenía su hermana fama de santidad?”, pregunta Palomitas de Maíz: “Sólo sé que fue tocada por el dedo de Dios y que nosotros antes de nuestra vida no sabíamos nada hasta que llegó Alexia”. Por eso estábamos de acuerdo en que rodar este documental “era una obligación moral”.
Tampoco pasó desapercibida la pregunta que realizó el director de cine Rafael Gordon al indicar las ciertas similitudes encontradas entre la niña Ana Frank y Alexia, las dos fallecidas a muy temprana edad, por razones muy distintas pero unidas en lo esencial: la enfermedad aceptada con amor que te acerca a la vida eterna. ¿Os habéis fijado en esa mirada con que Alexia nos mira?
La enfermedad aceptada con amor te acerca a la vida eterna. ¿Os habéis fijado en esa mirada con que Alexia nos mira?
De lo que quedó constancia es que Alexia González-Barros era una buena hermana, y buena hija que asumió el dolor breve de su enfermedad, aunque intenso, con esa máxima que siempre repetía: “Jesús, que yo haga siempre lo que Tú digas”, desde su infancia hasta las horas previas a su muerte, en las que llegó a afirmar: “Yo quiero vivir -él cáncer se apoderó de ella rápido- pero que sea lo que Tú digas”. Una chica, como dice su hermano Francisco, con carácter, dócil, pero siempre coherente.
No puedo terminar sin aludir a la anécdota de la carta que Alexia entregó en mano a Juan Pablo II el día de su Comunión en Roma: tras zafarse de su familia se acercó al Pontífice y le entregó una misiva, “no sabemos si escrita desde Madrid o trabada en Roma”, señaló su hermano Francisco.
En lo que estaba el director, Pedro Delgado, era en conocer el contenido de ese documento, puesto que nadie sabe qué escribió. Hasta donde se sabe, el texto se conserva en el archivo personal de Juan Pablo II. Como escribió el poeta austriaco Rilque, “no busques respuestas que no se pueden dar, porque no serías capaz de soportarlas. Lo importante es vivirlo todo. Vive ahora las preguntas, tal vez, así, algún día, poco a poco puedas vivir las respuestas”.
¡Todos a compraros ya el documental: jamás os arrepentiréis, palomiteros!