Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
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El cineasta alemán, Roland Emmerich, anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

¡Mis queridos palomiteros! Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’. El cine apocalíptico es, sobre todo, una crítica de nuestra sociedad que promete un futuro pesimista, resultante de nuestro modo de vida.

Cartel promocional del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Cartel promocional del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

Según los períodos y los miedos que la acompañan, el apocalipsis que ha mostrado el cine es nuclear, natural o viral. Eso sí, todo lo que allí ocurre ha sido provocado por las irreverentes acciones del ser humano. Nada distinto de lo que está ocurriendo ahora con la pandemia del coronavirus o COVID 19.

Algunos las han calificado como un “castigo divino”, una idea nada ingenua, que el cine ha reflejado de muchísimas maneras. En esta ocasión vamos a centrarnos en el trabajo de Roland Emmerich, y su 2012, uno de los realizadores que mejor ha sabido transmitir ese malestar social, tema en el que no es profano pues ya lo atajó cuando rodó The day after tomorrow, 1994, Independence Day, 1996 y 10.000 bc, 1998).

El planeta tiene los días contados

2012 es la consumación del sueño cinematográfico del director alemán Roland Emmerich, la culminación de una filmografía de blockbusters llenos de ingentes daños materiales causados por glaciaciones, ataques extraterrestres o Godzilla. Ahora Emmerich rueda el fin del mundo, tal cual.

Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

Ya no quedan miramientos y sí la despreocupada y legítima diversión de un realizador que se lo pasa en grande haciendo añicos los lugares e iconos más representativos de la Tierra (desde la Casa Blanca, cómo no, a El Vaticano, pasando por un maremoto de la altura del Himalaya). En este sentido, podemos ver 2012, también, como el último ejemplo de una larga tradición de cine de catástrofes que resumimos en dos etapas clave.

Años 70

Por su parte, la época dorada del cine de catástrofes se inauguró con Aeropuerto (George Seaton, 1970), en la que la amenaza era un pasajero suicida con una bomba.

Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

El éxito clamoroso de la película forzó secuelas como Aeropuerto 75 (Jack Smight, 1974), en la que una azafata tenía que tomar el control del avión, Aeropuerto 77 (Jerry Jameson, 1977), en la que un 747 quedaba hundido bajo las aguas del océano o Aeropuerto 79 (David Lowell Rich, 1979), en la que un avión Concorde corría peligro.

Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

Pero, además, la moda del cine de catástrofes no se limitaba a los siniestros aéreos: Terremoto (Mark Robson, 1974), La aventura del Poseidón (Ronald Neame, 1972) y El coloso en llamas (John Guillermin e Irwin Allen, 1974) también se apuntaron grandes éxitos, siendo las dos últimas, además, dos de las mejores muestras que dejó aquella oleada.

Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

Por otro lado, la fiebre por las “disaster movies” se extendió a lo largo de la década, si bien hacia finales de la misma empezó a mostrar signos de debilidad. El cierre oficial de aquella primera época dorada del cine de catástrofes lo pusieron Jim Abrahams y los hermanos David y Jerry Zucker con Aterriza como puedas (1980), inaugurando así una larga lista de títulos que iban a parodiar los clichés de éste y otros géneros.

De la segunda mitad de los 90 a la actualidad

Roland Emmerich tiene, ciertamente, buena parte de culpa del revival que el género experimentó a partir de la segunda mitad de los años 90. Suyas fueron Independence Day (1996) y Godzilla (1998), si bien esta última se decanta más en el terreno de la “monster movie”.

Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

De hecho, alrededor de las mismas surgió una retahíla de cintas que ofrecían un amplio catálogo de destrucción, ya fuera a base de erupciones volcánicas (Volcano, Un pueblo llamado Dante’s Peak), tornados (Twister), impactos de meteorito (Deep impact, Armageddon), maremotos (La tormenta perfecta), siniestros en un túnel (Daylight: pánico en el túnel), aviones fuera de control (Turbulence) y más ejemplos auspiciados, en parte, por la fascinación por la catástrofe que Titanic (James Cameron, 1997) había dejado a su paso.

Sin embargo, con el cambio de siglo, el cine de catástrofes, aunque menos prolífico, incorporó cierta concienciación ecológica en títulos como El día de mañana (Roland Emmerich, 2004), o imaginó fatales escenarios para un futuro no muy lejano en los que se hacía necesaria la reactivación de la Tierra (El núcleo) o la del mismo sol (Sunshine).

Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’
Fotograma del filme | Roland Emmerich anuncia el fin del mundo con su profética ‘2012’

Los desastres que veremos en 2012, no obstante, nada tienen que ver con esto: la excusa para Emmerich es, aquí, la predicción del calendario maya que señala dicho año como aquél en el que acontecerá el fin del mundo.

¿Qué ocurriría si el hombre no deja de manifestar su desprecio a la naturaleza, las razas y las religiones? Toda esta ristra de filmes imaginados podría convertirse en “basados en hechos reales”. ¿Un antecedente? Sodoma y Gomorra.

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