‘Dying light: The beast’: Kyle Crane vuelve a casa para desatar su bestia interior y recuperar la esencia de la saga
‘Towa and the guardians of the sacred tree’ y ‘Baby steps’ son las otras dos propuestas a las que jugamos esta semana, que está cargada de lanzamientos que aceleran la llegada de un trimestre muy interesante
Dying light: The beast
¡Hola, gameLover! Comenzamos nuestro repaso semanal a las novedades en videojuegos con lo último de Techland. Este estudio de desarrollo polaco, conocido por forjar el género de terror zombi a través de la saga ‘Dying light’ (2015) y secuela ‘Dying light 2: Stay human’ (2022), nos trae una nueva entrega para su franquicia de mundo abierto: ‘Dying light: The beast’. Se trata de un título que nos trae de vuelta a su icónico protagonista y que, a pesar de haber nacido como un DLC para la segunda entrega, finalmente ha acabado transformádose en una experiencia independiente y robusta, reflejando el compromiso de su equipo con una apasionada comunidad de jugadores, que van a poder disfrutar de una nueva entrega que regresa a sus raíces para traernos de vuelta los elementos centrales que definieron la franquicia en su momento.
Como te adelantábamos, el corazón de esta nueva aventura se centra en el legendario héroe Kyle Crane, cuya historia se remonta al primer brote del virus. La trama se desarrolla años después, en el hermoso pero peligroso valle de Castor Woods, tras lograr escapar de los brutales experimentos a los que fue sometido por el misterioso villano conocido como El barón. Nuestro protagonista se encuentra aquí con un mundo que está al borde de la extinción humana, dotado con una mezcla de ADN humano y zombi que le otorga poderes extraordinarios que le hacen luchar con el conflicto interno por controlar a su bestia interior. Su principal objetivo es la vengarse de El barón, un científico frío y calculador que busca restaurar el orden de este mundo postapocalíptico. El destino de los supervivientes del valle está en juego, por lo que Kyle debe forjar frágiles alianzas mientras lucha por mantener a raya al monstruo que lleva dentro.
‘Dying light: The beast’ eleva la jugabilidad que caracteriza a la saga a otro nivel gracias a su mezcla única que combina un mundo abierto y acción survival horror. El famoso sistema de parkour también evolucionaofreciendo una movilidad más inmersiva, sólida y realista con más de 100 nuevas animaciones y la libertad de trepar por casi cualquier superficie, incentivando la exploración del valle de Castor Woods. En cuanto al combate, ahora es más físico, brutal y creativo, con un nuevo motor de físicas preciso, un modelo de daños detallado que reconoce los impactos en al menos 12 partes del cuerpo y una IA enemiga avanzada. Además, los zombis han sido rediseñados para ser más realistas e inquietantes, con mejoras en la apariencia y la ambientación, algo que se nota especialmente en los temibles coléricos nocturnos. Por supuesto, el ciclo entre día y noche sigue siendo un pilar del videojuego, ya que la oscuridad desata los horrores más aterradores, haciendo de la supervivencia una lucha constante que los jugadores pueden afrontar en solitario o en el modo cooperativo de hasta 4 jugadores.
‘Dying light: The beast’
Techland · Tencent Games
18 de septiembre · PS5, Xbox Series X|S y PC
Towa and the guardians of the sacred tree
BANDAI NAMCO es la encargada de traernos esta nueva propuesta del género roguelite, ‘Towa and the guardians of the sacred tree’, que nos transporta a un reino lejano y místico cargado de folclore oriental y fuerzas ancestrales. Desarrollado por Brownies, este videojuego que se presenta con una atractiva vista isométrica nos narra la épica lucha de la guardiana divina Towa, una niña inmortal, para proteger la aldea Shinju y su árbol sagrado del malvado hechicero Magatsu, un dios oscuro que busca acumular poder y esclavizar a todos con sus secuaces, los magaoris. Esta narrativa que se desarrolla en un universo de fantasía, se centra en las historias de los ocho guardianes, con un tema muy explícito sobre el paso del tiempo y el legado. Su impresionante presentación visual -con un vibrante arte compuesto por personajes y paisajes coloridos-, sumado a la emotiva banda sonora del legendario Hitoshi Sakimoto, envuelve al jugador en una atmósfera de encanto y peligro constante.
La principal característica de ‘Towa and the guardians of the sacred tree’ es su innovador sistema dual de combate. En cada incursión controlamos simultáneamente a dos de los ocho guardianes disponibles, seleccionando un tsurugi (guerrero de espada para el combate cuerpo a cuerpo) y un kagura (personaje de apoyo que usa una vara para llevar a cabo habilidades mágicas). Este sistema en pareja, que se puede jugar en cooperativo, requiere un toque de estrategia, ya que las dos espadas del tsurugi se desgastan con el uso, obligando a alternar entre personajes para mantener la eficacia, mientras que el kagura lanza hechizos con cooldown, que nos obliga a esperar antes de realizar una nueva acción. Cada guardián tiene habilidades y estilos de combate únicos, lo que nos permite llevar a cabo una gran variedad de combinaciones de equipo. Su estructura sigue el esquema habitual del género roguelite, avanzandoa través de oleadas de enemigos para recorrer estancias y eligir caminos que nos ofreerán distintas recompensas (como mejoras temporales, runas o recursos). Además, la aldea Shinju funciona como un núcleo de progreso persistente, donde Towa puede forjar nuevas espadas, entrenar en el dojo, invocar gracias (que son mejoras permanentes) y estrechar vínculos con los aldeanos, cuyas historias se desarrollan con el paso del tiempo dentro del videojuego, asegurando que cada run, incluso las fallidas, se sienta valiosas.
‘Towa and the guardians of the sacred tree’ es un videjuego de gran corazón y buenas ideas, aunque se encuentra con algunos desafíos por el camino. Sin duda, sus puntos más fuertes son su dirección artística y sonora, además de su rico elenco de personajes, que nos presenta un sistema de interacciones de lo más interesante. Este sistema de control dual durante el combate es de gran aportación, otorgándole un giro original y gratificante a la fórmula roguelite, permitiéndonos la experimentación gracias a la combinación de habilidades de sus personajes. Aunque también es verdad que existen algunos problemas con el ritmo de juego -que resulta algo irregular debido a los extensos diálogos que interrumpen la acción-, a los que se suma una dificultad algo desequilibrada en algunos de los tramos de la aventura. Aún así, estamos ante una propuesta que nos ofrece un combate ágil (aunque con unas sesiones de juego que pueden llegar a ser pueden llegar a resultar algo largas) en un primer videojuego que ha sabido dar con una identidad propia que sabe convencer gracias a su sincera narrativa y un sistema de progresión persistente y significativo. ¡Tienes que darle su merecida oportunidad!
‘Towa and the guardians of the sacred tree’
Brownies · BANDAI NAMCO
19 de septiembre · PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC
Baby steps
Terminamos esta semana con ‘Baby steps’, un walking simulator que ya nos cautivó en su presentación gracias a su épica absurda y que ahora podemos disfrutar en su lanzamiento exclusivo para PS5 y PC. Se trata de una singular aventura desarrollada por el aclamado equipo formado por Gabe Cuzzillo, Maxi Boch y Bennett Foddy, expertos en crear propuestas que transforman las tareas simples en desafíos tortuosos. La premisa es tan simple como hilarante: el jugador toma el control de Nate, un joven fracasado y desempleado que no tiene absolutamente nada a su favor hasta que, un día, la tele lo absuce para llevarlo a un mundo desconocido con una habilidad totalmente nueva: la capacidad de caminar. Este título está basado en las físicas y nuestro objetivo es llevar a nuestro protagonista hasta lo alto de una gigantesca montaña mientras se nos exige controlar cada pie de Nate de manera individual, usando los gatillos del mando para avanzar y el stick para mantener el equilibrio, transformando el acto más mundano en un esfuerzo titánico y, casi siempre, humillante.
La clave de ‘Baby Steps’ está en su mecánica de movimiento, que resulta intencionadamente torpe, evocando el espíritu masoquista de los anteriores títulos de Bennett Foddy –‘QWOP’ (2008), ‘GIRP’ (2011) o ‘CLOP’ (2012), entre otros-. El control de los pies no es solo una barrera, sino un puzle, obligando al jugador a medir bien cada paso sobre terrenos resbaladizos, puentes estrechos o laderas llenas de barro, donde un solo error puede acabar en un descenso catastrófico que tire al traste todo tu progreso. Esta física realista y alocada convierte cada pequeño avance en un logro épico, a lo que hay que sumarle las caracterísricas de este surrealista y absurdo universo que nos presenta, con un Nate que va vestido con una especie de pijama de una pieza que alberga todas las manchas del mundo y el sudor de su esfuerzo a través de un sistema de ensuciamiento totalmente dinámico (ahí lo llevas) y que interactúa con todo tipo de estrafalarios personajes a lo largo de su recorrido. El ambiente se complementa con una banda sonora compuesta por 420 psicodélicos ritmos de percusión que oscilan entre la tranquilidad y la generación de ansiedad. El objetivo de Nate es encontrarle sentido a su vida a medida que establece conexiones humanas y se enfrenta a obstáculos en forma de puzles.
‘Baby steps’ es un proyecto singular, lo puedes comprobar desde el primer minuto, pero también uno de los más memorables del año, de esos que amas u odias con vehemencia. Por un lado temenos la brillantez de su diseño, que nos presenta una gran precisión en sus físicas y, sobre todo, un absurdo y provocador humor basado en un ingenioso guion que genera risas sin pausa. Resulta inmensamente satisfactorio superar cualquier obstáculo que resulte exageradamente difícil, evocando un sentimiento de logro que pocos juegos pueden replicar, además, su historia y la evolución de Nate -un protagonista carismático y con diálogos bien trabajados- dan al viaje un alma inesperada que lo eleva más allá lo la propuesta que parece ser inicialmente. Sin embargo, por otro lado, podemos encontrarrnos con un alto nivel de frustración que puede llevar a abandonar el videojuego al poco de empezarlo, con un mundo que resulta ser visualmente tosco y poco colorido que no siempre invita a la exploración. Sí, se trata de una propuesta que resulta triunfalmente peculiar, con una profundidad engañosa y, eso sí, con la opción de elegir un nivel de sufrimiento menor si sabes elegir bien tu ruta. Se trata de un videojuego que se niega a ser moderado, una obra de arte hilarantemente frustrante que convierte la humillación de cada caída en una fuente que te empuja a seguir progresando; en defintiva, un imprescindible para aquellos que disfrutan de la dificultad extrema y buscan una original y fresca experiencia que les absorba. ¿Es para ti?