El retorno de Carmelo Anthony - Con Basket si hay paraíso

El retorno de Carmelo Anthony

En ocasiones es mejor dejar algo, o que ese algo te deje a ti, para empezar a quererlo de nuevo. Desde una posición tangencial un jugador puede sentirse incluso más útil y feliz que como protagonista, sobre todo en ciertos momentos de su vida. No es lo mismo llevar el peso de un equipo que ser el invitado inesperado del que todo lo que llegue será recibido como agua de Mayo. Así ha sido la incorporación de Carmelo Anthony, otrora estrella indiscutible de la liga y en el pasado uno de los jugadores mejor pagados de la NBA, a Portland.

En un equipo metido en problemas, que ha empezado fatal la liga y que sólo ha tenido problemas de lesiones con sus hombres altos, Pau Gasol, Nurkic (ya del año pasado), Zach Collins e incluso Whiteside, la llegada de Carmelo Anthony no provocaba ni euforia ni expectativas. Qué esperar de quién llevaba un año sin jugar, qué esperar de un jugador que había sido cortado tras diez partidos tan solo en Houston Rockets, hace poco más de un año.

Carmelo ahora juega quizá por placer, había dejado de jugar por placer como ocurre con muchos deportistas profesionales que pueden perder el apetito tras mucha competición y sobre todo mucho dinero. 233 millones de dólares ha ganado en su carrera el ex de los Knicks de Nueva York o Denver. Cuando has ganado fortunas de dinero y tienes 35 años, llevas un año sin jugar un partido oficial y vuelves a la liga es que tienes muchas,muchas ganas de jugar, de volver a sentirte jugador.

Parecía una retirada prematura, al fin y al cabo la retirada llega por dos razones, o porque el deporte te despide o porque tú te despides del deporte. Y Carmelo parecía esa clase de jugador que se despide él del deporte. Adiós, hasta la vista, Bye, no tengo más ganas de jugar, no siento pasión por atarme las zapatillas y salir ahí afuera. Y así puedes aguantar un tiempo,pero se acaba. Durante su ausencia existían noticias de que Carmelo se entrenaba por su cuenta y bien en serio, quería volver. Y el pasado 15 de Noviembre se anunciaba su fichaje por los Blazers, que puede ser resuelto antes del 7 de Enero, de lo contrario tendrá toda la temporada garantizada.

La NBA es un montón de historias, no sólo son partidos, registros increíbles, anotaciones impresionantes y gran riqueza de protagonistas, también de noticias extravagantes a veces,la NBA es un cúmulo de historias, y entre las historias predilectas que ama el mundo NBA están las de superación y los grandes regresos. Pocas cosas ha habido tan épicas y celebradas como el retorno de Derrick Rose tras un historial de lesiones que podrían haberle retirado ya del baloncesto, y que vuelve a ser un jugador muy atractivo, protagonista de algún partido de 50 puntos la temporada pasada. Y otro retorno aunque se trate de una historia distinta es este de Carmelo Anthony.

Un jugador semi retirado, desaparecido de la escena, sin un homenaje, sin un gran momento para despedirle, un jugador con brillante palmarés de selección y no tanto de equipo, quizá uno de los jugadores que peor había asimilado la evolución del juego. Hoy en el baloncesto NBA es difícil no asumir un despliegue físico, es difícil jugar sin un jugador que sea capaz de defender. No se trata de condiciones se trata de disciplina de juego y mentalidad. Carmelo puede ser más ofensivo que defensivo, pero es un jugador que puede hacerlo mejor en lo defensivo de lo que lo hacía.
Se trataba de lo que su cabeza dictara. Carmelo se había retirado mucho antes de ser cortado por Houston Rockets, su paso por Oklahoma fue muy decepcionante. Su cabeza no parecía estar ya allí, es lo que sus porcentajes pero también su lenguaje transmitían.

No hay como perder algo para desearlo. Carmelo había perdido la competición y ha vuelto para divertirse con la competición. Acaba de ser declarado mejor jugador de la semana en la conferencia Oeste, con 22.3 puntos, 7.7 rebotes, 57% de efectividad en tiros de campos y un 45.5 en triples.  Puede que no sean los mejores números del Oeste, pero sí el reconocimiento de la NBA a un gran retorno a la liga. No se trata tan solo de lo que ha anotado sino cómo lo ha hecho, es la energía con la que ha jugado y ha ido evolucionando desde su estreno con los Blazers. Carmelo ha firmado por el mínimo salarial, es obvio que no juega en este momento de su vida por dinero sino por ser jugador, ése es el mayor respeto que puede ganarse en este momento de su carrera.

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