Pilar García Muñiz: "El impuesto puede quedar en agua de borrajas si el banco lo repercute en los clientes"
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El Gobierno se reúne a estas horas con las entidades financieras para ultimar el nuevo impuesto a la banca, un encuentro al que asiste la ministra de Economía y el Gobernador del Banco de España.
La historia comenzó con el anuncio del presidente Pedro Sánchez en el Debate sobre el estado de la Nación. Había que contentar a los socios de Gobierno para amarrar lo que queda de legislatura. Entonces se dijo que se trataría de un impuesto a los llamados “beneficios caídos del cielo” de aquellos bancos con una facturación superior a los 1.000 millones de euros, es decir, prácticamente la mayoría de nuestros grandes bancos. Con él, desde el Gobierno esperan recaudar unos 3.000 millones de euros en dos años.