10ª virgen de los llanos

Victorino Martín no pudo coronar la feria de Albacete

Sólo Rubén Pinar da una vuelta al ruedo en corrida a la baja. Galván se va ovacionado y Marín se justifica con el complicado sexto

Plaza de toros Albacete

Natural de Rubén Pinar al cuarto toro de Victorino Martín

Redacción Toros

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Lorenzo del Rey

Se esperaba como agua de mayo la venida de los toros de la "A" coronada en Albacete. El fin de abono cárdeno había dado color al serial los últimos años, pero en este sólo ese segundo de la tarde fue el único potable por ambos pitones, sin ser un astado sobresaliente, resultó el único rayo de luz en un encierro nublado por su poquísimo juego. Bien de presencia y casi vacíos por dentro. Algunos exigentes, otros peligrosos, otros a menos, pero casta y bravura hubo poquita. Frente a ellos, Rubén Pinar dio una vuelta ligerita en ese cuarto, Galván firmó un trasteo correcto y Marín se justificó con un arrimón de exposición en ese sexto. Victorino Martín tampoco pudo subir varios enteros la nota final ganadera de un abono que se ha quedado justo de todo. 

Rubén Pinar se las vio con un primero aplaudido de salida y que escarbó de inicio y Pinar hizo lidia antigua, capoteando con mando y sin un toque. Lo dejó en suerte y aunque derribó al picador, fue una pelea de mínimos. Volvió a escarbar, aunque perdió las manos en un capotazo, se movió más en banderillas, aunque apretó en los pares y se dolió en banderillas. Brindó al público y se pasó la faena escarbando el de Martín, sin atender al cite de una dispuesta muleta de Rubén que lo intentó en varios terrenos sin obtener algo tangible. Nada que hacer excepto algún muletazo que entró el toro porque sonó la flauta y no por convicción del astado. Metisaca y estocada caída y fin del primer capítulo.

El cuarto tampoco se empleó en el capote de Pinar, quedándose el torero a verlas venir. Golpeó el estribo de primeras y luego empujó algo a media altura, blandeando de salida y luego una vez más en el capote, sumando una tercera justo cuando se anunció el cambio de tercio. Diligentes pares como previa al brindis popular. Probaturas de inicio y luego al natural le dio alguno en una serie sin apreturas. Una más parecida en modalidad unipase y una tercera con toques de telas y un desarme final. Siguió intentándolo a base de exponer con un toro que cada vez se complicaba más, con alguna colada incluso. Pinchazo soltando y estocada con rueda de peones. Y vuelta al ruedo de esas ligeras que tampoco protestó nadie.

David Galván midió fuerzas con el segundo de la tarde, que medio se empleó en el capote y aunque sin demasiado reposo -difícil por el ímpetu inicial- todavía le enjaretó alguna verónica. Puyazo con algo de pelea del toro al principio y ya con sólo un pitón y con el palo puesto sin apretar. Y hablando de apretar, eso sí lo hizo en banderillas, además yendo al bulto a ver qué cazaba. Galván brindó al Doctor Masegosa y lo procuró por bajo, entrando al trapo el toro. Siguió a derechas e incluso se arrancó a media distancia, embestía con clase, pero no era la tonta del bote. Perdiendo pasos para colocarse en el primer tramo de la faena y algo más asentado después. Al natural también se movió con clase y no estuvo mal Galván, pero pareció que no le sacó todo el jugo al buen limón. Estocada muy trasera y atravesada y otra más trasera con dos golpes de descabello. Aplausos en el arrastre al toro y ovación al torero.

Cobradiezmos salió como quinto y se movió en el capote de salida, con lidia sobre los pies de Galván. Empujó con un pitón en una larga pelea, si bien el tramo final fue con el palo marcado. En banderillas esperó, escarbó y tardeó en los cites. No lo puso fácil, aunque lo parearon con destreza y exposición, desmonterándose Juan Carlos Rey.

El exigente astado pidió mucho y Galván intentó torearlo como si fuera más franco cuando en realidad pareció precisar mano dura. Justamente cuando se fajó con él, el toro ya había descarrilado. Mató de estocada atravesada con desarme y dos descabellos.

Ginés Marín hizo lidia antigua, sobre las piernas, con ese tercero que salió más bien parado. Se dejó pegar en el peto del que salió con más pena que gloria. Parado y a menos ya en banderillas, tras el brindis al público, acudió a los cites rebrincado y con informal embestida, metiendo la cara al inicio, pero ya volviéndose a mitad del viaje. Idéntico guion al natural y ya, cuando se acabó el poco fuelle, el toro devino a peor y se movió menos que una estatua. Mató de estocada de rápido efecto.

También fue aplaudido de salida el sexto que hizo poco en el capote y muy lejos de cumplir en varas. Entró de nuevo y más de lo mismo: se dejó pegar. Se movió algo más en banderillas donde tampoco fue fácil y toreó Ginés con la montera puesta y ante los cites, medas arrancadas revolviéndose raudo y veloz, aunque Marín siguió insistiendo. Otra vez muy corto a derechas y al natural se puso y hasta le rebañó alguno entre esperas y aviso de percance. Arrimón final con peligro sordo.  Seis pinchazos sin soltar y casi entera tendida y golpe del puntillero. Ovación al esfuerzo de final de feria,