MADRID
La sangre de Serafín Marín y el sitio de Luis Gerpe marcan una tarde áspera en Las Ventas
El catalán recibe una cornada de 30 cms mientras el toledano da una vuelta al ruedo. Seria tarde del mexicano Juan Pablo Sánchez.
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El coso venteño volvió a convertirse en escenario de verdad y dureza. El desafío ganadero entre Monteviejo y Partido de Resina dejó sobre la arena una historia de sangre y resistencia, con Serafín Marín herido de gravedad y Luis Gerpe erigiéndose en sostén de la tarde.
El toro que abrió plaza, un berrendo en negro de Monteviejo, apareció serio y astifino, muy en 'Encinas'. Apenas se habían dado tres lances cuando prendió violentamente a SerafínMarín, zarandeándolo con fiereza hasta en tres ocasiones. El catalán, maltrecho, se levantó con la banda de la taleguilla rota y la sien ensangrentada antes de ser conducido a la enfermería, donde se le diagnosticó una cornada de 30 centímetros. El turno pasó a manos de Juan Pablo Sánchez, que resolvió con temple una faena sobria y técnica ante un toro que fue de más a menos.
Se corrió turno y Luis Gerpe se encontró con un imponente ejemplar de Partido de Resina, amplio de hechuras y serio de cara. Pese a la falta de entrega del animal, la muleta de Gerpe, serena y gustosa, se impuso al viento y al genio del toro, que murió con la boca cerrada tras una estocada corta. Fue el preludio de una actuación tan meritoria como perseverante.
El tercero, otro 'Pablo-Romero' con altura y cara, ofreció una embestida viva pero sin clase. Sánchez trató de hilvanar una faena en los medios, aunque sólo en terrenos de cercanía logró robar muletazos comprometidos que levantaron cierta expectación. A izquierdas firmó los pasajes más destacados del trasteo, especialmente un natural a cámara lenta que murió por detrás de la cadera con cadencia y gusto.
El cuarto, recibido con ovación al saltar al ruedo por la monumentalidad de sus defensas, resultó tan fiero como corto en sus acometidas. Gerpe, ya dueño de la tarde, buscó bajarle los humos, obligando al toro por abajo y tragando cada embestida corta. La entrega del toledano fue premiada con una vuelta al ruedo de ley tras la estocada.
El quinto, de Monteviejo y con hechuras que recordaban a su procedencia 'Barcial', tuvo trapío y volumen pero ninguna entrega. Gazapón y reservón, midió siempre a un Juan Pablo Sánchez que resolvió con profesionalidad antes de atascarse con los aceros.
El sexto, también de Monteviejo y de nuevo en la línea 'Encinas', llegó con más viveza de salida pero acabó en lo mismo: un toro de viaje corto, que obligó a Gerpe a sacar recursos para resolver sin lucimiento, aunque con solvencia.