5ª FERIA SAN JULIÁN

Oreja para Manzanares en el cierre de Cuenca en el que destaca la entrega de Olga Casado

Completaba la terna Cayetano Rivera Ordóñez, que se fue de vacío en su lote.

EFE

Derechazo de José María Manzanares durante su actuación en Cuenca

Agencia EFE

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Julio César Sánchez

El voluminoso primero derribó a caballo y picador sin consecuencias. Fue obediente, noble y soso a partes iguales, y ante él Manzanares anduvo tan correcto como anodino, en un trasteo fundamentado en el pitón derecho bien rematado con el acero.

Por su parte, el cuarto fue un toro bravo que pedía su espacio. Si no era así se rebrincaba punteando, y si le dejaban hueco acometía de manera más armónica. Manzanares practicó ambas técnicas -más frecuente la primera- en un trasteo desigual y asentado premiado con una oreja.

Cayetano no se dio coba con el blando segundo, que fue protestado aunque mantenido en el ruedo después de darle lo suyo en el peto. El movimiento desacompasado en la muleta del de La Palmosilla hizo desistir pronto al menor de los Rivera.

Cayetano brindó el quinto a Olga Casado y, encorajinado, intentó sacar lustre a un antagonista rebrincado que no pasaba por el derecho y se dejó más por el izquierdo, si bien terminó acortando por ambos lados. El lucimiento no llegó y despenó contundentemente al toro a la segunda.

Julio Palencia | Maxitoro

Momento de apuro para Olga Casado en Cuenca

Olga Casado animó el cotarro algo alicaído con el recibo de capote doblándose con el terciado primer novillo de Luis Algarra. También levantó aplausos el breve quite por chicuelinas, como lo hizo una faena de muleta vertical, enroscándose las embestidas pastueñas vaciando en la cadera contraria, en una labor entonada aunque falta de chispa, y no conviene olvidar que Casado es novillera, no matadora de toros consagrada. Perdió un más que probable apéndice por el fallo a espadas.

En el sexto de nuevo hubo disposición manejando el capote, tanto a la verónica como en el quite por tijerillas por parte de la novillera, quien devolvió el brindis a Cayetano.

El trasteo, iniciado de rodillas en los medios, concitó pronto la atención, que poco a poco se fue diluyendo por, de nuevo, el largo metraje y la desigualdad de lo realizado. Lo que no faltó fue decisión en un toreo de ligazón en el que perder pasos no parece entrar en la ecuación. Resultó volteada sin aparentes consecuencias en el segundo y cuarto intento de dejar estocada, que finalmente llegó al quinto viaje.