7ª VIRGEN DE LOS LLANOS
Diego Ventura, un titán en Albacete, corta cuatro orejas
Sergio Galán, muy sobrio, y Lea Vicens, voluntariosa, pierden trofeos por los aceros. Corrida con opciones de Los Espartales
Diego Ventura, a hombros este domingo en Albacete
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Lorenzo del Rey
Me decía Jacinto, un buen aficionado del tendido 5 al terminar el festejo, que él no sabía de rejones. Le respondí que es un poco como el que asegura que no entiende de vinos, pero sí caza al vuelo los que le gustan o no al llevárselos a la boca. Pues el vino delicioso se asemeja a las dos actuaciones de Ventura en el día de hoy: puede que no llegues a explicarlas en profundidad, pero sientes la corazonada de que algo grande está pasando en el ruedo. Y vaya si pasó. Dos labores de altos vuelos sucedidas hace exactamente una década en aquella tarde donde logró un rabo. Y pareció que el tiempo no había pasado. El número uno lo será hasta que se retire. Por su parte, Galán no tuvo el mejor lote y pese a ello dejó su sobriedad a la hora de citar, clavar y medir terrenos y distancias. Por su parte, Lea Vicens dejó una mejor impresión e imagen que la del año anterior en Albacete, muy voluntariosa, aunque el fallo con los aceros dejó a ambos con la miel en los labios.
Sergio Galán dejó su aroma clásico habitual con un primer toro que ayudó muy poco y un segundo que fue parándose y con el que el conquense hizo un esfuerzo y se empleó a fondo. Banderillas en lo alto y destacó con las monturas Capote, Bambino y ya en el final con Óleo llegó la faena a su punto más álgido donde la conexión con el público llegó a unas cotas elevadas. Se lamentó el caballero rejoneador al fallar con el rejón de muerte porque había run-rún de un posible doble trofeo que se quedó en aplausos de ánimo y reconocimiento a su tarde. Entró en sustitución de Andy Cartagena en un movimiento a última hora de la empresa cuando demostró Galán que debió estar anunciado de primeras en la feria.
Ventura hizo lo propio y lo ajeno en dos faenas de muchos quilates y que entusiasmaron al público que volvió a llenar por tercer día consecutivo la plaza de toros de Albacete. La primera labor fue más clásica mientras que la segunda tuvo más momentos de cara a la galería. Aun así, dos episodios para demostrar que sigue a un nivel sobresaliente en una temporada brillante.
El primero de Lea Vicens, tras el rejón de castigo, hizo amagos de rajarse, condición que mantuvo casi toda la faena. Lea falló con el acero después de una actuación más calmada tras la tormenta de Diego en el toro anterior. Con el sexto, fue una faena sin demasiado brillo, irregular a la hora de clavar, aunque de innegable voluntad. Dejó medio rejón de muerte traserillo y falló con el descabello hasta que lo finiquitó en el tercer intento. Tarde de aprobado para Lea Vicens en Albacete.