MÉXICO
Aguascalientes eleva la protección de los toros a rango constitucional en plena ola prohibicionista en México
El Congreso de Aguascalientes eleva a rango constitucional la protección de la tauromaquia y la Feria Nacional de San Marcos.
Publicado el
2 min lectura
En una sesión histórica, el Congreso del Estado de Aguascalientes aprobó por unanimidad una reforma a su Constitución Política que eleva a rango constitucional la protección de la tauromaquia y la charrería como parte del patrimonio cultural y económico del estado, especialmente en el marco de la emblemática Feria Nacional de San Marcos. Esta decisión convierte a Aguascalientes en el primer estado mexicano en blindar legalmente las corridas de toros, reconociéndolas como expresiones emblemáticas de su historia y cultura y declarándolas de orden público e interés social.
La reforma, impulsada por el PAN y respaldada por todos los partidos políticos representados en el Congreso local, modifica el artículo 7A de la Constitución estatal para reconocer a la Feria de San Marcos como patrimonio cultural y pilar del desarrollo económico, y a la tauromaquia como parte fundamental de las tradiciones que deben ser protegidas por encima de intereses particulares. Así, la celebración de los festejos taurinos queda garantizada como un bien público, asegurando su continuidad y preservación.
Paralelamente, el Ayuntamiento de Aguascalientes ha actualizado el Código Municipal para modernizar y fortalecer la reglamentación taurina, introduciendo medidas para mejorar la experiencia del aficionado, proteger el bienestar animal durante el traslado y estancia en la plaza, y preservar las costumbres hidrocálidas que han hecho de la Feria Nacional de San Marcos el serial taurino más importante de América, solo superado por San Isidro en Madrid. La industria taurina representa casi el 3% del PIB estatal y genera miles de empleos directos e indirectos.
Este blindaje legal contrasta fuertemente con la situación en la Ciudad de México, donde el Congreso local aprobó el pasado marzo una reforma que prohíbe la muerte y el maltrato de los toros en los espectáculos públicos y privados, eliminando el uso de objetos punzantes y limitando la lidia a un máximo de 15 minutos por ejemplar. Las nuevas reglas, que entrarán en vigor en 210 días, transforman radicalmente la fiesta brava en la capital, permitiendo solo espectáculos taurinos “libres de violencia” y sancionando económicamente cualquier muerte de animales en el ruedo.
Mientras en la capital del país los sectores taurinos denuncian la desaparición de la esencia de la tauromaquia y el riesgo para la supervivencia del toro de lidia, en Aguascalientes la fiesta brava se consolida como símbolo de identidad, libertad y diversidad cultural, resistiendo las tendencias abolicionistas y asegurando su futuro como tradición viva y motor económico del estado.