TOROS VILLASECA

Gran actuación de Molina y García Pulido, con novillos como toros, en Villaseca

Julio César Sánchez

Agencia EFE

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Julio César Sánchez

Los novilleros toledanos Jorge Molina y Guillermo García Pulido, que salieron a hombros, cuajaron este jueves una gran actuación en la feria de Villaseca de la Sagra ante utreros de Montealto con trapío de auténticos toros.

La muy seria y cuajada novillada peleó mejor en el peto que ante capotes y muletas, aunque tuvo dos ejemplares manejables, corridos en cuarto y quinto lugar, que propiciaron el triunfo de sus muy dispuestos matadores, Molina y García Pulido, mientras Tristán Barroso se fue de vacío.

El primero de la tarde agotó su pujanza con el picador, llegando a la muleta encogido y sin fuelle, por lo que Jorge Molina no tuvo opciones de articular faena lucida.

El "pavo" que saltó al ruedo en cuarto lugar ofreció una buena pelea en los dos fuertes puyazos de Marcial Rodríguez, y se dejó en la muleta, aunque sin rebosarse. Molina aguantó miradas, dio el pecho y tiró del de Montealto con gran firmeza, queriendo hacer el toreo a pesar de no contar con embestidas acordes, para cortar dos muy merecidas orejas.

Sudaron tinta los banderilleros hasta conseguir dejar los cuatro palos reglamentarios en el lomo del muy serio segundo, un toro con toda la barba que evidenció sentido en los primeros tercios pero que en el último se "dejó" más de lo previsto, que tampoco fue mucho. García Pulido ofreció una firmeza sin alharacas a las embestidas bruscas y, a la postre, rajadas del de Montealto.

La entrega y la inteligencia presidieron la labor de García Pulido en el manejable quinto, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Hubo entrega por el valor con el que se pasó por los muslos al novillazo de Montealto, e inteligencia por acertar a dejarle la muleta en la cara y ligar los pases con ambas manos, sin arrugarse ante las dudas de su antagonista.

Como hubo encaje, ajuste y una tremenda disposición, además de una buena estocada, se ganó el derecho a salir a hombros junto a Jorge Molina.

Tres veces acudió al caballo el bronco tercero, sin apenas recorrido en las telas aunque con una fuerza que no empleó con clase sino topando más que embistiendo. Tristán Barroso lo pasó por ambos pitones con compostura, aunque sin posibilidades de triunfo por la vía de la estética.

Arreado por el triunfo de sus compañeros, Barroso recibió al sexto a porta gayola por chicuelinas. Luego estuvo arrebatado aunque sin llegar a acompasar el trazo del muletazo a las embestidas desiguales del de Montealto, con más expresión que acople optimo.

FICHA DEL FESTEJO:

Seis novillos de Montealto, de sobrada presencia y con buena pelea en los caballos, pero faltos de clase en la muleta, a excepción de los manejables cuarto y quinto, a este, de nombre "Limonero", número 13, se le premió con la vuelta al ruedo.

Jorge Molina: silencio y dos orejas.

García Pulido: silencio y dos orejas.

Tristán Barroso: silencio tras aviso en ambos.

Jorge Molina y García Pulido salieron a hombros.

Tercera novillada del certamen Alfarero de Oro, con más de tres cuartos de entrada.