Las reivindicaciones de la mujer de cara al próximo 8 de marzo también pasan por el consumo y las compras diarias. Es un hecho que las mujeres pagan más que los hombres por los mismos productos sin que se pueda justificar este incremento en ninguna característica objetiva de los mismos.

Las mujeres no solo cobran, en muchos casos, menos por realizar el mismo trabajo que los hombres. Además, pagan un precio más elevado que el género masculino por determinados productos idénticos o con la misma función, es la bautizada como 'tasa rosa' o ‘pink tax’. Diversos movimientos feministas tienen en Twitter un altavoz para denunciarlo a través del hashtag #taxerose o #womantax.

Os animo a que os acerquéis a un supermercado y os fijéis en aquello en lo que probablemente antes no habéis prestado atención y, así es, observareis de primera mano la apreciable diferencia que hay en los precios de numerosos artículos. Por ejemplo un cepillo de dientes por ser rosa es más caro que otro que es azul, o un desodorante marcado como femenino se vende más caro que otro idéntico pero para hombres, incluso las cuchillas de afeitar de la misma marca por tener diferente color tienen otro precio.

¿Por qué hemos de consentir que un mismo producto tenga que tener diferente precio si se trata de lo mismo? Según un estudio de la revista Forbes realizado en el 2014, las mujeres americanas gastan al año un promedio de 1.300 euros más que los hombres debido a estas diferencias de precios. No solo se observa en productos para personas adultas, también se percibe en los productos de los menores, así por ejemplo, una nueva caja de construcciones que lanzó una empresa de juguetes costaba 31,50 € si era para niñas y 24,90 € para niños.

Un estudio encargado por la Conselleria de Economía de la Comunitat Valenciana confirmaba la existencia de esa tasa rosa en los comercios de la región, con precios un 7% superiores en la versión femenina. Donde más casos encontraron fue en higiene, perfumería y cortes en peluquerías.

FACUA-Consumidores en Acción realizó un estudio que concluía un aumento del 171% del precio de las cuchillas de afeitar para mujeres. Por este motivo, la organización en defensa de los consumidores interpuso varias denuncias contra varios supermercados conocidos.

Vivimos en una época en la que la discriminación de la mujer ha mejorado notablemente a simple vista, pero hemos de indagar más a fondo sobre diversas cuestiones que están por resolver, un ejemplo de ello es la 'tasa rosa'. Hemos sabido posicionarnos a costa de un mayor esfuerzo y dejar atrás aquellos comentarios incrédulos o calificados como machistas que nos hacían, pero aún nos quedan muchos pasos por dar para situarnos en el mismo nivel de igualdad que los hombres.

Otra de las peticiones de las mujeres va en la línea del IVA de los productos de higiene femenina como compresas o tampones, que están gravados con el 10% en vez del 4% que soportan los bienes de primera necesidad. Los Presupuestos 2019 del Gobierno socialista incluían la rebaja, hasta el tipo superreducido del 4%, del IVA para estos productos, pero esta medida se ha quedado en el aire después de que las cuentas públicas no consiguieron el respaldo del Parlamento, esperamos que los nuevos presupuestos del 2020 la contemplen.