¿Por qué lavamos nuestro cabello con champú y no con gel de baño?
Robert Redford lava el pelo a Meryl Streep junto a un río en 'Memorias de África' (CORDON PRESS)
Redactora
Tiempo de lectura: 3' Actualizado 06 mar 2024
Seguro que más de una vez nos hemos preguntado: ¿por qué nos lavamos nuestro cabello con champú y no con gel de baño? ¿Por qué tenemos que tener nuestra bañera o ducha lleno de botes para asearnos cada día? A todas estas 'preguntas respondemos en nuestra sección de COPE.es: ‘Todo tiene un porqué’.
Antes de nada, debemos saber la diferencia que existe entre jabón y champú. Y para conocerla y obtener respuesta a nuestra cuestión, hablamos con el Doctor en Medicina y dermatólogo, José Abad Romero-Balmas.
Como nos explica el dermatólogo, "el jabón se utiliza siempre para la limpieza de la piel". Hasta hace poco tiempo producían bastante espuma, aunque como nos advierte “el mayor problema es el aumento de la alcalinidad, el pH llega hasta 11 (la piel normal tiene un pH de 5-5,5), lo que produce irritaciones locales y desequilibra la flora bacteriana. Si a esto añadimos la gran detergencia (espuma) que poseen, pueden destruir la capa hidrolipídica de la piel, lo que origina: piel muy seca, ocasionando descamación (la piel se reseca, cuartea) y produce quemazón. Esto se minimiza utilizando jabones extragrasos, enriquecidos con sebo, lanolina o aceite de almendras.
Con objeto de eliminar estos problemas a día de hoy la mayoría se obtienen de forma sintética: saponificación de triglicéridos o por neutralización de los ácidos grasos, son los agentes tensioactivos (surfactantes) a los que se les agregan otras sustancias que se añaden para mejorar su aspecto: color, olor, estabilidad, etc. De tal forman que llevan: hidratantes, antioxidantes, fragancias, colorantes…
Como nos indica José "el champú tiene como misión limpiar el cabello y cuero cabelludo" y nos recuerda que "antes se utilizaban jabones (las formulaciones antiguas), pero producían bastante espuma y si se utilizaban con aguas duras las sales se depositaban en el pelo, la piel se resecaba, se descamaba y producía quemazón -como nos ha explicado anteriormente-; motivos por los que lo que se dejaron de usarse los jabones para lavar el pelo".
En la actualidad se fabrican con agentes tensioactivos y señala el dermatólogo que lo que más se requiere de un champú es su poder detergente y su principal función es eliminar la grasa, pero el exceso de eliminar el sebo va a producir excesiva electricidad estática que dificulta el peinado.
Debido a estos 'problemas' nos explica el doctor Abad que "se requiere añadir otras sustancias para acondicionar y mejorar su aspecto (aditivos), que ajusten el pH, conservantes, fragancias y otros aditivos cosméticos para adaptarse a los deseos del consumidor y a las distintas características del cabello, etc.
Todo esto "se consigue con agentes acondicionadores: siliconas y polímeros catiónicos. La misión de estos es 'secundaria': dar más volumen al pelo, eliminar la electricidad estática, mejorar el desenredado…
¿Para qué se utilizan fundamentalmente los polímeros catiónicos y las siliconas?
Los polímeros catiónicos: con capacidad detergente dando brillo y aumentan la adherencia de la cutícula y rellenan los espacios donde existan defectos de la cutícula.
Las siliconas que se extienden por la superficie del cabello formando una superficie hidrófoba que aumenta el brillo y reduce la fricción.
De esta manera se obtienede forma industrial champús para cabellos: normales, grasos, secos, suaves, para niños, para pelos dañados (teñidos, rizados mediante permanentes), con medicamentos (para distintas afecciones del cabello; psoriasis, pediculosis, pitiriasis, etc....).
Hoy día se podría utilizar un jabón o gel de baño para lavar el cabello pero como nos advierte el dermatólogo "no dispondría de los agentes acondicionadores tan fundamentales en la actualidad".
Y en cuanto a los problemas alérgicos que puedan producir es muy difícil que sea por los agentes tensioactivos, estos serían debidos a las sustancias añadidas como perfumes, colorantes conservantes, etc.