Ocho millones de españoles consumen comida preparada

El dato coincide con otros muy preocupantes: el exceso de peso ha aumentado un 6% en la última década y afecta ya al 56% de la población española, incrementando a su vez el riesgo para nuestra salud

Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Un 48% en dos años. Así ha crecido la demanda de platos preparados en nuestro país. Ocho millones de españoles optan por este consumo. En el 20 % de las ocasiones se toman fuera del hogar. El dato coincide con otros muy preocupantes: el exceso de peso ha aumentado un 6% en la última década y afecta ya al 56% de la población española, incrementando a su vez el riesgo para nuestra salud.

 MÁS CONSERVANTES, MÁS GRASAS  

Cada vez cocinamos menos y acudimos más a la comida preparada, lo hacemos un 90% más de lo aconsejable, según un informe de la OCU. Hacerlo por placer culinario o por la salud ha perdido fuerza, frente a la falta de tiempo, que es la razón principal tras esta subida. Y esto está deteriorando nuestra salud, “estos platos muchas veces tienen una composición nutricional de menor calidad que los platos preparados en casa -explica el nutricionista Axo Carreiras- contienen una mayor cantidad de sal, peor calidad de grasas, hidratos de carbono refinados en muchos casos y realmente también un contenido energético mayor. Habría que considerar también que estos platos preparados suele seguir siempre el mismo patrón, es decir, suelen ser platos de comida rápida, suelen ser platos de comida globalizada”.

 LA SALUD SE DETERIORA  

Y son estos alimentos están sustituyendo a los platos tradicionales que antes se hacían en casa. Este cambio de alimentación a una mucho más calórica, trabajos más sedentarios y la falta de ejercicio físico, están deteriorando nuestra salud muy rápidamente. Un informe de la OCU indica que en los últimos 10 años Hay un 6% de las personas con exceso de peso que hace diez años. Son ya el 56% de la población. Unas cifras que sin duda han influido en el incremento de la prevalencia de aquellas enfermedades relacionadas con los malos hábitos alimentarios: la hipertensión arterial, también ha aumentado del 15,7% al 18,7% en apenas diez años, según datos del Ministerio de Sanidad. Así como la diabetes tipo 2 (del 6,2% al 7,6%), además de multiplicar el número de hospitalizaciones por infarto o por enfermedades cardiovasculares.

 VOLVER AL PUCHERO  

Cierto es que hay un intento de vuelta a la comida saludable que ha modificado incluso la oferta de platos preparados, con mayor contenido en verduras en ensaladas o purés, pero “hay una gran masa social-explica Anxo Carreiro- sobre todo en el caso de los jóvenes, que lo que suelen demandar son estos productos preparados, pero normalmente los más hipercalóricos, los más ricos en grasas, como por ejemplo platos de hamburguesas o carnes procesadas. Esto, más que una elección de estos jóvenes, es un aspecto educacional, y lo asocian al aspecto recreativo, la forma recreativa de juntarse con los iguales, con los otros jóvenes y este consumo que a veces estaba ligado a los días de fin de semana, cuando salían. A día de hoy, el consumo de procesados fuera de casa se está llevando al día a día, lo cual puede ser un problema”.

 LOS CONsERVANTES, AUN EN LOS PLATOS SALUDABLES  

La recomendación del nutricionista es que la gente sepa qué es lo que está comiendo porque “hay restaurantes sabrosos y hay otros que emplean preparaciones culinarias de menor calidad nutricional. Lo importante en este caso es que la gente esté concienciada con respecto a aquello que consume y sepa para qué emplea esos platos, es decir, si de un día los usa como recurso, porque falta de tiempo y pueda escoger aquello que resulten más saludable. Siempre la oferta, toda oferta alimentaria, digamos, que va a ser buena, pero lo que hay que saber es escoger”.

Los conservantes juegan un papel fundamental en estos platos y por eso “los productos procesados van a tener una mayor cantidad de sal, lo cual va a garantizar una mayor durabilidad del producto y también potenciar el sabor. También muchas veces, por las grasas, van a ser más saturadas, se va a emplear menos en aceite de oliva y se va a optar por otras opciones- aclara el experto-porque el aceite de oliva, con el paso del tiempo, es un producto que tiende a enranciarse y tiende a variar de sabor. Por eso, cuando se realizan preparaciones culinarias, se optan por opciones más estables en el tiempo y, por supuesto, también más económicas para el productor”.

 COCINAR EN CASA CON LOS MÁS JOVENES  

Siempre que se pueda, tanto para adultos como para niños, lo mejor es cocinar en el hogar, concienciar a los más pequeños y enseñarles. Utilizar estos platos solo como comodín. “Como una reserva y utilizar el tupper, cocinar el día anterior para poder llevar al trabajo, a la universidad o donde corresponda, por ejemplo platos tradicionales de lentejas, de garbanzos, aquellas opciones más transportables y más reservables a lo largo del tiempo que nos vayan a sustituir por estas opciones rápidas que compramos en el momento”.

Y evitar recomendaría evitar “todos aquellos productos de repostería y bollería industrializadas con alto contenido en grasas saturadas, en azúcar, y recomendaría evitar también productos altamente grasos. También las hamburguesas precocinadas”.

Estos alimentos son los que Carreira pondría en lo alto de la pirámide alimentaria, es decir “los de consumo más ocasional. Esto no quiere decir, que una vez al mes o una vez cada dos meses, se consuman. Pero, digamos, que serían los que yo recomendaría que cuando vayamos a hacer un consumo de un alimento más procesado, los preparásemos en el hogar, para al menos detener ese aspecto social de la producción del alimento, de la elaboración y el consumo social, que no sea algo instantáneo, de vamos y lo compramos, porque al final lo que se hace en este caso sería normalizar el consumo del proceso”.