Protección, alimentación y abrigo: Cómo preparar a nuestra mascota para el invierno
Las bajas temperaturas repercuten en sus vías respiratorias, piel, hidratación, energía o peso
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El descenso de las temperaturas no solo afecta a las personas. Las mascotas también sufren los efectos del frío, la humedad y los cambios bruscos de ambiente; algo que afecta a sus vías respiratorias, piel, hidratación, energía o peso. En un país como España, donde conviven ya más de 30 millones de animales de compañía, es importante tener en cuenta que debemos prepararlas para el invierno.
Los hogares españoles viven un auténtico boom animal: dos de cada tres casas tienen al menos un animal de compañía, una cifra que se ha multiplicado casi por 4 en apenas una década. A esa fuerte presencia se suma otro fenómeno estacional: más del 21% de los perros se adopta en vísperas navideñas, según la Real Sociedad Canina de España.
Con la llegada del invierno y el aumento de nuevas incorporaciones familiares, veterinarios y especialistas advierten de que es esencial reforzar cuidados, adaptar hábitos y estar atentos a señales de alerta; así como tener en cuenta medidas de protección, alimentación y abrigo.
"Lo primero que recomendaría es adaptar sus rutinas y su entorno a las bajas temperaturas", explica la veterinaria de Clinicanimal, Eva Sánchez-Paniagua. El frío puede afectar especialmente a los animales más mayores o con patologías previas; por lo que debemos prestar atención a pequeños gestos que nos puedan indicar que nuestra mascota necesita más calor: “Que duerma más de lo habitual, que esté más rígido, o que no quiera salir”, señala la veterinaria.
COMIDAS EN INVIERNO: MÁS CALORÍAS PARA UNOS Y DIETA CONTROLADA PARA OTROS
En estas fechas, las necesidades energéticas pueden variar, por lo que la alimentación juega un papel determinante: "Sobre todo los perros que pasan más tiempo fuera de casa es probable que necesiten un aporte calórico mayor de lo habitual, mientras que los que son más caseros deben mantener una dieta equilibrada para evitar el sobrepeso", afirma Sánchez-Paniagua.
El invierno es una época en la que muchos animales reducen la actividad física y aumentan las horas dentro de casa, lo que facilita la ganancia de peso. Por eso, Sánchez-Paniagua pone el foco en la calidad nutricional: las proteínas, los ácidos grasos, el omega-3 o los antioxidantes cobran mucha importancia. Todos ellos ayudan a reforzar el sistema inmunitario; así como a mantener el brillo del pelaje, la salud de la piel y las defensas naturales.
En el caso de los gatos, señala que "en invierno suelen beber menos", por lo que es buena idea ofrecer alimento húmedo que combata esta deshidratación. Eso sí, la veterinaria recuerda que cualquier cambio en la dieta debe hacerse de manera progresiva para evitar trastornos digestivos.
EN CASA: TEMPERATURA ESTABLE Y EVITAR CORRIENTES
El hogar es la primera línea de defensa contra el frío. Tenemos que procurar que nuestro animal tenga un ambiente cálido y sin corrientes de aire directas. La temperatura ideal se encuentra entre los 20 y los 22 grados, aunque puede variar según el tipo de animal, de su estado de salud o de su pelaje. Además de controlar la temperatura, recomienda habilitar un espacio de descanso dentro de la casa "que sea cómodo, con mantas y una cama mullida" donde pueda refugiarse.
La combinación de aire seco, poca ventilación y cambios bruscos de temperatura aumenta la probabilidad de problemas respiratorios. Si tenemos calefacción, debemos prestar especial atención a la hidratación de nuestro animal: "A veces, simplemente con añadir un humidificador o una fuente de agua, marcamos la diferencia", indica la veterinaria.
FUERA DE CASA NO DEBEMOS PROTEGER EN EXCESO
Las salidas al exterior deben ajustarse a las condiciones meteorológicas. "En el caso de los perros sería importante adaptar los horarios de paseo para evitar las horas de más frío", señala la experta. Respecto al uso de abrigos, aclara que no todos los animales los necesitan: perros de pelo corto, mayores, con enfermedades crónicas, o de pequeño tamaño sí pueden requerir esta protección extra.
En cuanto a los gatos que tienen acceso al exterior, lo ideal es limitar salidas en días de frío extremo o lluvia y garantizar que siempre dispongan de un refugio donde resguardarse. Además, para compensar que en invierno pasan más tiempo dentro de casa, Sánchez-Paniagua recomienda “aumentar las horas de juego y la estimulación”.