La telemedicina gana fuerza con la pandemia: de las consultas telefónicas a hospitalizar al paciente en casa

Los facultativos explican en COPE que hace falta una gran inversión en telemedicina para poder atender a los pacientes desde sus propios domicilios

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La pandemia y, sobre todo el confinamiento, dispararon el uso de las consultas telefónicas sanitarias en España, como alternativa imprescindible para los que estaban recluidos en sus hogares y necesitaban un seguimiento médico de la evolución de sus enfermedades crónicas o una rehabilitación. Sin embargo, los profesionales sanitarios rechazan tajantemente que eso sea lo único que nos puede ofrecer la telemedicina en estos momentos y piden ir más allá para resolver la actual saturación de los centros de salud y mejorar la calidad de vida de los enfermos.

El Dr. Lorenzo Armenteros, me?dico de Atencio?n Primaria en el Servicio Gallego de Salud en Lugo y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) aclara en COPE que “lo que se ha utilizado durante la pandemia no podemos denominarlo telemedicina, salvo en muy raras ocasiones o alguna comunidad autónoma que ha hecho experiencias muy concretas de comunicación médico-pacientes. Lo que hemos utilizado son vías alternativas de comunicación, como una llamada telefónica que se puede considerar como una consulta en la medida en que el esfuerzo del médico y el paciente pusieran en contestar a determinadas preguntas para eliminar la incertidumbre que pudiera existir. No podemos incluir esa llamada telefónica como un avance y denominarlo telemedicina, sino una comunicación alternativa a la habitual”.

INVERTIR EN SANIDAD SALVA VIDAS

La irrupción de la Covid-19 impulsó el uso de la tecnología en el ámbito sanitario, aunque los sistemas públicos de salud de las comunidades autónomas no tenían actualizados los procesos digitales en la medida que lo habían estado haciendo la sanidad privada durante los últimos años.

Por ese motivo, las distintas administraciones sanitarias están empezando a generalizar las teleconsultas y otros recursos de la digitalización de la sanidad. Una prueba la encontramos en la reciente decisión de la Comunidad de Madrid de utilizar la telemedicina en departamentos como la Dermatología con el objetivo de reducir las listas de espera.

El 92% de las personas que tuvieron que realizar recientemente una teleconsulta lo hicieron por primera vez y no saben si ese sistema seguirá operativo cuando pase la crisis sanitaria (datos de la encuesta realizada por Capterra).

La telemedicina se impone durante la pandemia: de las consultas telefónicas a hospitalizar al paciente en casa

HOSPITALIZACION DOMICILIARIA

Los profesionales sanitarios creen que esa crisis sanitaria en la que seguimos inmersos ha puesto de relieve la eficacia de la atención sanitaria a domicilio siempre que se pueda prescindir de la infraestructura hospitalaria y se cuente con los medios telemáticos para poder hacer un seguimiento del paciente.

Además, los datos facilitados a COPE por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) demuestran que la mitad de las altas de los servicios de Medicina interna (52%) corresponden a personas de más de 80 años, cuya hospitalización puede agravar su fragilidad, produciéndose un deterioro funcional en el 40% de los casos y el 50% desarrollan durante el ingreso cuadros confusionales agudos. Lo habitual es que esto se traduzca en una peor evolución clínica y mayor probabilidad de reingreso.

Por este motivo, el Dr. Armenteros comenta en COPE que “un ejemplo de esta digitalización serían los aparatos de medición de tensión, de pulsaciones y básculas con bluetooth o cualquier medidor que permita comparar un parámetro y que sea transmitido a través de una red para que un sanitario lo pueda interpretar y determinar una posible alarma”.

SANITARIOS DIGITALES

El reto es conseguir que las generaciones que han nacido con internet utilicen los servicios de la telemedicina, que exista una interoperabilidad entre los distintos servicios como la Atención Primaria y la hospitalaria que facilitara el trasvase de expedientes y ayudar a la sanidad rural.

Uno de los ejemplos de esta digitalización es la denominada consulta compartida, que el Dr. Armenteros confirma en COPE que “permite contactar al médico de familia con el especialista hospitalario y el paciente. Es una forma eficaz de valorar los datos del paciente de forma multiprofesional en una sola consulta”.

Para conseguir estos objetivos, hace falta aumentar el gasto en Sanidad Digital, formar en la teleasistencia a diferentes profesionales para que la teleconsulta no solo sirva para recetar sino también para solucionar muchos problemas clínicos sin necesidad de que los pacientes se desplacen.

Ante la importancia de este asunto, el Ministerio de Sanidad está preparando una Estrategia de Salud Digital que incluirá la interoperabilidad y el desarrollo de la telemedicina. Una estrategia que el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia SEMG pide en COPE que “debe ser amplia y empezar con la dotación del nivel básico de informatización y tecnología a todos los centros de salud. Además, los profesionales de los centros sanitarios públicos deberían contar con medios de comunicación con sus pacientes (cámaras, ordenadores portátiles y otras herramientas informáticas de contacto directo y que se puedan trasladar a los domicilios de los pacientes)”.

No obstantes, todos estos avances digitales que facilitan la labor del profesional sanitario y la calidad de vida del paciente son algo diferente a las múltiples aplicaciones que nos podemos instalar en nuestros dispositivos y que no cuentan con un profesional que analice esa monitorización. El Dr. Armenteros lo sabe y por eso nos pide en COPE que no olvidemos que “la tecnología no puede dejar de lado al ser humano (profesional sanitario que controla esas herramientas digitales para valorar los datos) y que cumpla los requisitos legales de seguridad porque la información médica que puede ser objeto de venta de datos clínicos de un paciente. Las plataformas que utilicen la red telemática para la telemedicina tienen que ser muy seguras”.

MEDICAMENTOS QR

El tradicional prospecto que viene impreso en una hora de papel que acompaña a los medicamentos tiene los días contados. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) pretende sustituirlos por un código QR que ha puesto en práctica en los hospitales en un proceso que durará dos años.

Esto está obligando a la modernización de estos centros sanitarios que tendrán que digitalizarse y empezar a incluir la captura automatizada del código concreto del medicamento, que permita leer, dispensar, administrar o elaborar aquellas preparaciones más complejas sin problema.

Es un proyecto piloto pretende evaluar los beneficios de eliminar el papel en las cajas de las medicinas antes de extender la medida a las que compremos en las farmacias.