El sueño de los bebés: Por qué es a intervalos y qué puede provocar

Los expertos aseguran que dormir bien es un factor para el desarrollo óptimo y evitar problemas cognitivos. Sin embargo, los padres se preocupan porque sus bebés se desvelan mucho

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Son muchos lo padres que se preocupan de si sus bebés sufren de problemas de sueño. Se tiene la concepción de que un infante debe dormir muchas horas seguidas para descansar bien, sin embargo, la mayoría de bebés se despiertan varias veces por la noche. Esto causa que los padres estén estresados y agotados y pidan ayuda a expertos. Existen cantidad de libros educativos, artículos y terapeutas que aseguran que un bebé puede dormir solo toda la noche en su cuna (además de varias siestas a lo largo del día).

Pero esto es casi imposible, puesto que durante toda la historia, los adultos y los pequeños dormían de manera distinta a como lo hacemos ahora. La primera vez que alguien mencionó cuántas horas de sueño eran necesarias (22 horas diarias) para los bebés, fue a finales del siglo XIX. Más adelante, en el siglo XX se redujo este tiempo, pero seguía siendo elevado. En la actualidad, los expertos están de acuerdo en que dormir bien es clave para todos los humanos.

Los investigadores del sueño, declaran que la falta del descanso está relacionada con tener riesgo de sufrir problemas metabólicos y más probabilidades de padecer un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). No obstante, para poder afirmar definitivamente esta teoría, sería necesaria una investigación. Esto podría ser problemático, puesto que se tendría a un grupo de niños durante un tiempo prolongado privados de dormir para ver si desarrollan ciertos problemas. Pero esto afectaría a niños en edad preescolar, no a bebés recién nacidos. Los propios expertos difieren en cuanto a las horas de sueño de los infantes.

Sueño profundo y largo

El consejo más habitual para los padres es que mantengan a sus bebés expuestos a la luz durante el día y la oscuridad en la noche para ver si cogen un ritmo de sueño más facilmente. Luego está la teoría que tienen muchos padres de acostar pronto a sus hijos, pero es muy improbable que un bebé vaya a dormir tantas horas seguidas. Además, si fuerzas al pequeño a dormir en a una hora muy temprana en la que él no tiene sueño, puede causar que tenga problemas con el sueño a la larga.

Pero este no es el único obstáculo al que se enfrentan los progenitores, si no que también tienen que asegurarse de que el sueño de sus hijos sea profundo y consolidado, para que esté bien descansado, puesto que muchos libros y terapeutas comentan que esto ayuda a los bebés a desarrollarse correctamente. Sin embargo, los propios adultos tenemos varias pausas en el sueño por la noche (momentos en los que nos levantamos para beber agua o ir al baño) y nos volvemos a dormir rápidamente. Con los bebés pasa lo mismo, solo que sus ciclos de sueño duran la mitad que el de los adultos (30 minutos).

Por otro lado, los recién nacidos no pueden satisfacer sus necesidades por sí solos (inmadurez neurológica), por ello tienden a despejarse cuando se despiertan en intervalos por las noches. A medida que se van haciendo más mayores, dormirán más de seguido puesto quela frecuencia con la que comen, el principal motivo por el que se despiertan, aumentan.

Aunque también dejan de dormir por su propia salud. Cuando los bebés tienen meses, existe el riesgo de que sufran el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), esto es que su cuerpo se olvida de respirar (normalmente, bebés con factores de riesgo). Por ello es importante no poner boca abajo al bebé mientras duerme, ya que hace que el SMSL sea 13 veces más probable.