Un nuevo estudio y datos fósiles revelan la capacidad de adaptación del Homo a diversos entornos

Europa Press

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Las especies de Homo, en particular el 'Homo sapiens', estaban equipadas de forma única para adaptarse a condiciones ambientales muy diversas y a diferentes de paisajes, lo que puede haber permitido a nuestra especie y a la de nuestros antepasados estrechamente emparentados sobrevivir y prosperar en entornos pleistocenos muy fluctuantes, según una investigación publicada en la revista 'Science'.

El 'Homo sapiens' es la única especie de homínidos que sobrevive en la actualidad, pero se desconoce si esto se debe a que nuestra especie se adaptó con éxito a los entornos del Pleistoceno, a que superamos a otras especies contemporáneas de Homo gracias a adaptaciones fisiológicas o sociales únicas, o a que simplemente sobrevivimos a otras por casualidad.

Aunque es difícil de entender, la conexión entre los homínidos y su entorno ecológico, en particular cómo se adaptaron las especies de Homo a los cambios y extremos ambientales y cómo esto afectó a la supervivencia y migración desde África hacia Eurasia, es fundamental para hallar estas respuestas.

Combinando una simulación transitoria de 3 millones de años del sistema Tierra-bioma (BIOME4) con datos arqueológicos y fósiles de 6 especies diferentes de Homo, la investigadora de Instituto de Ciencias Básicas/Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) Elke Zeller y sus colegas investigaron las condiciones ambientales preferidas por las distintas especies de homínidos, si las preferencias de bioma cambian en el tiempo o la diversidad a lo largo del Pleistoceno, y cómo estas elecciones afectaron a la adaptación de los homínidos.

El análisis del equipo muestra que los primeros homínidos africanos, incluidos 'H. habilis' y 'H. ergaster', vivían predominantemente en entornos de pastizales abiertos y secos. 'H. erectus', al abandonar el continente africano, se asentó en un conjunto mucho más amplio de entornos, incluidas las regiones boscosas templadas.

Esta tendencia continuó en especies más recientes, como 'H. erectus' y 'H. neanderthalensis', que pudieron adaptarse a hábitats más fríos. Según los resultados, 'H. sapiens' pudo ocupar los entornos más extremos, como desiertos y tundra, una capacidad que sugiere el desarrollo de habilidades cognitivas sin parangón, lo que les permitió explotar la diversidad del hábitat y los diversos recursos alimentarios.

En conjunto, el estudio revela un patrón de selección y adaptación preferente de las especies de Homo a zonas con hábitats más diversos a lo largo de los últimos 3 millones de años.