SICUR 2018

Ya no hará falta sacar el portátil de la maleta en los arcos de seguridad

Juan Ignacio Zoido en SICUR 2018. EFEJuan Ignacio Zoido en SICUR 2018. EFE

@carmenlabayen

Jefa de Sociedad, Nuevas Tecnologías y Casa Real en COPE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 17:12

Lo último en drones, sistemas de encriptación, reconocimiento visual, domótica, puertas acorazadas, alarmas y cerraduras inteligentes se podrán encontrar en el Salón Internacional de la Seguridad, SICUR 2018, donde las soluciones más complicadas se codean con sistemas de uso para particulares o investigadores privados con cámaras y grabadoras escondidas en botellas de refrescos o en tarjetas de crédito idéntica a la que usas para pagar.

La evolución de estos dispositivos al más puro estilo 007 tiene en SICUR la grabadora más pequeña del mundo, tiene el tamaño de un clip y está fabricada con tecnología rusa como explica a COPE Carlos Cortés que los comercializa: "Las dimensiones son prácticamente las de medio dedo y va a indentificar cuándo se inicia una conversación y a partir de ese momento va a grabar. Se puede dejar en un despacho durante meses y rescatar, conectando al ordenador, todas las conversaciones que se hayan realizado en ese ambiente".

A las empresas les proponen sistemas para detectar justamente grabaciones por parte de posibles empleados desleales o sistemas de barridos que las imposibiliten. Y para las casas todo pasa por el móvil y las cerraduras electrónicas e inteligentes que te permiten desde poner o quitar la alarma a abrir la puerta o poner la calefacció.

Y también se presentan novedades para viajar, como por ejemplo en los scanner para maletas y en los arcos de seguridad para los pasajeros, como cuenta Ramón Martín: "Se consigue una imagen en tres dimensiones. Ya no hace falta sacar el portátil de la maleta, no hace falta sacar la botellita de agua, no hace falta sacar nada. Directamente y el proceso es mucho más rápido. 

Además, "en los arcos detectores de metales no vas a tener que dejarte cachear", explica Martín.

Pues habrá que esperar a 2020 para verlos instalados en nuestros aeropuertos. Y no será gratis calculan que el cambio nos va a salir por mil millones de euros.