"Filomena" deja secuelas esta primavera para los alérgicos a las gramíneas

Las secuelas de "Filomena" afectarán a la producción de polen en la primavera de forma que en las zonas más castigadas por la borrasca, como Madrid o Toledo, las gramíneas traerán más problemas a los alérgicos pero, al mismo tiempo, tantos árboles caídos, como los plátanos de sombra o los olivos, producirán menos polen.

Son algunas de las consideraciones que han presentado este jueves los expertos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), quienes han destacado que en esta primavera, como ocurrió la pasada, y gracias a las mascarillas, las personas alérgicas al polen podrían ver reducidos sus síntomas, con lo que consumirán menos medicación y acudirán menos a las urgencias sanitarias.

En España unos ocho millones de personas son alérgicas a pólenes, una cifra que va en aumento a causa del cambio climático y la contaminación, han recordado los expertos de la SEAIC, que han insistido en que, por el momento, no hay datos suficientes para unir la polinizacion con un mayor número de contagios de covid, como apunta algún estudio.

"No creemos necesario crear una alarma en este sentido", ha zanjado el presidente de esta sociedad médica, Antonio Valero, en la rueda de prensa para presentar el mapa completo de las 62 estaciones de control de pólenes que funcionan en España.

Y estos datos, tal y como ha explicado el presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Ángel Moral, aportan varias conclusiones.

Ante un invierno "duro" como el que hemos vivido y particularmente un mes de enero que ha traído una cantidad de nieve en algunas zonas, por la ya histórica borrasca "Filomena", como pocas veces se había visto, ha provocado que las gramíneas salvajes hayan hecho raíces más profundas, con lo que producirán más polen; es el caso, por ejemplo, de Madrid y Toledo.

Pero al mismo tiempo esa gran cantidad de nieve causó daños a una cantidad "notable" de árboles y de sus ramas, con lo que aquellos como el olivo o el plátano de sombra darán menos pólenes.

Teniendo en cuenta estos factores meteorológicos, también de las lluvias, y los datos de las estaciones de control, la SEIAC ha hecho sus previsiones sobre los niveles de pólenes de gramíneas para esta primavera.

Según su clasificación, una primavera es "muy leve" cuando hay menos de mil granos de gramíneas por metro cúbico; es "leve" cuando hay entre 1.000 y 3.000 granos; es "moderada" cuando hay entre 3.000 y 5.000; y es "intensa" por encima de los 5.000 granos por metro cúbico.

Por zonas, la SEAIC establece que en el centro va a ser muy variable y estará entre los 200 granos de Cuenca y los 7.000 de Toledo.

En concreto, en Aragón no superarán los 3.000 granos; en Castilla y León será "moderada" entre 3.000 y 4.000 granos, pero en Madrid se espera muy intensa con cifras de hasta unos 6.000 granos.

En Castilla-La Mancha también será variable: con Cuenca, Guadalajara y Albacete que tendrán una primavera "leve" frente a la intensidad de Toledo.

Por su parte, en el sur peninsular la primavera se presenta también muy variable entre los 1.000 granos de Almería y los 10.000 de Cáceres y Badajoz, dos territorios en los que en los últimos años han presentado niveles más intensos.

En Huelva será leve con 2.400; en Córdoba y Jaén, moderada con cerca de los 4.000 e intensa en Sevilla con unos 7.000, según las cifras aportadas por Moral.

La SEAIC constata una primavera muy leve en Canarias, de hecho en Tenerife no se superarán los 300 granos de gramíneas, mientras que en la cornisa cantábrica hay variaciones entre leve y moderada.

Por ejemplo, territorios como Galicia, Santander y La Rioja la tendrán leve, y el País Vasco tendrá en San Sebastián y Bilbao una primavera leve pero moderada en Vitoria, al igual que en Pamplona y en Oviedo.

En el litoral mediterráneo, la primavera va a ser leve y oscilará entre los 1.000 granos de Cartagena (Murcia) y los 2.400 de Lérida, prácticamente en el resto de las ciudades van a tener valores entre 1.000 y 1.500, según Moral.