Estos son los motivos por los que hay cuatro lugares del mundo a los que el hombre tiene prohibida la entrada
En ocasiones, por cuestiones de seguridad o científicas, se ha decidido que los seres humanos no puedan pisar algunos lugares. Aquí se explican cuáles son los sitios y los motivos
ctv-tui-uluru-gebeb6dfce 1920
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
Vivimos en un mundo en el que parece que poco queda por explorar, que el hombre ha llegado a cada rincón del planeta y los turistas también. Sin embargo, aún quedan unos pocos lugares a los que no se puede asistir, que están alejados de las fotografías de los visitantes. En ocasiones, los sitios se cierran al público por cuestiones de seguridad o científicas, así que queda terminantemente prohibido plantar un pie en ellos. Los siguientes cuatro lugares a los que no podremos llegar ni adentrarnos como turistas. Son zonas retiradas de cualquier contacto con el ser humano.
El Banco Mundial de Semillas de Svalbard
Este Banco, también llamado como "la bóveda del fin del mundo" se encuentra en una isla noruega llamada Spitsbergen. Fue creada en el año 2008 con el objetivo de almacenar las semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo. Se pretende conservar estas semillas, por si alguna de las especies desapareciese como consecuencia de una catástrofe natural o una guerra, poder replicarlas. En su interior, cuenta con más de un millón de muestras de semillas, convirtiéndose en el depósito más grande del mundo. La construcción está situada a más de mil kilómetros del Polo Norte y a 130 metros por encima del nivel del mar.
Gracias a la capa de suelo bajo la superficie terrestre, el Permafrost, constantemente congelada que rodea toda la bóveda, es el lugar ideal para preservar las semillas de su interior. Además, debido a la ausencia de actividad sísmica, se convierte en una zona todavía más segura. No obstante, aunque las semillas se trasladaron de la forma más segura en 2008, no existe ninguna manera de comprobar que sigan en perfecto estado. Se supone que la bóveda está tan bien protegida, que es capaz de mantener la calidad de las semillas y que estas puedan sobrevivir durante miles de años, si hiciese falta.
Aunque, últimamente ha habido cierta preocupación por parte de algunos científicos. Estos recalcan el aumento progresivo de las temperaturas que estamos padeciendo, ha hecho que el Permafrost se esté deshelando. Durante el verano del 2020, un equipo de investigadores noruegos reportó la época más cálida de la zona desde que comenzaron los registros hace varios años.
La cueva francesa Lascaux
En 1940 en el sur de Francia, unos adolescentes que buscaban a su perro que había caído por un agujero en la tierra, se adentraron y encontraron una cueva repleta de pinturas rupestres en las paredes, que simulaban animales (caballos o ciervos). Resultó que era uno de los mejores ejemplos de arte prehistóricos descubiertos, además de los más conservados. La cueva, bautizada como Lascaux, tiene en su interior 600 pinturas y mil grabados. Se trata de un lugar que fue habitado por los humanos prehistóricos hace 17 mil años aproximadamente. Este hallazgo ocurrió en mitad de la II Guerra Mundial.
Años más tarde de que el combate bélico finalizase, las puertas de esta maravillosa cueva fueron abiertas al público. Sin embargo, se vieron obligadas a prohibir el paso de los turistas en 1963 debido al surgimiento de moho en las paredes de la cavidad. Esto puso en peligro la conservación del arte de nuestros antepasados, que se habían mantenido en perfecto estado gracias a las condiciones impenetrables en las que se encontraba, antes de que los adolescentes la encontrasen. En la actualidad, esta cueva sigue estando clausurada, no obstante, se recreó una réplica en un museo cercano a la original, para que los visitantes pudiesen observar sus maravillas sin poner el arte de hace miles de años en peligro.
Ilha da Queimada Grande
Esta isla es también conocida como la "isla de las cobras". Se encuentra a 35 kilómetros de la costa de São Paulo (Brasil), en pleno Océano Atlántico. Se trata de una isla pequeña y rocosa, no tiene playas y es un lugar muy complicado de acceder. Se descubrió en el año 1532 en una expedición dirigida por Martim Alfonso de Souza. No obstante, se sabe que esta isla es mucho más antigua de lo que parece, se formó a finales de la última glaciación de la Tierra, hace 11 mil años aproximadamente. Al subir el nivel del mar, separó este trozo de tierra del continente. Una de sus características que más llama la atención es que está habitada casi al completo por serpientes, predominando la Bothrops insularis.
Esta especie puede alcanzar 70 centímetros de largo, es de un color marrón amarillento y se calcula que habrá entre 1 y 5 por cada metro cuadrado. Está considerada una de las zonas geográficas más peligrosas del planeta. En la arena hay un cartel que advierte a los barcos la prohibición de desembarcar en el lugar. Debido a la cantidad de serpientes cuyo veneno es mortal, se decidió prohibir el paso a los humanos.
Uluru
Este monolito (bloque enorme de roca homogénea) es uno de los más grandes del mundo y fue visitado durante mucho tiempo por millones de turistas, hasta que se convirtió en otro de los lugares prohibidos para el acceso humano. Se le conoce popularmente como el "ombligo del mundo". Cuando los visitantes podían acceder a él, se les permitía ascender la roca de 348 metros. No obstante, en su parte más alta hace demasiado calor, llegando a superar en verano, la temperatura de 47 grados. Además, era una subida bastante complicada, pero que compensaba por las preciosas vistas que ofrece.
Uluru es una zona sagrada para los aborígenes indígenas anangu, encargados de proteger la roca. Este grupo de personas pedían a los turistas que dejasen de acudir a la roca y escalarla, así mostrarían cierto respeto a sus tradiciones. En su cultura, Uluru es la evidencia de que los seres que habitan el cielo bajaron a la Tierra cuando aún no tenía vida. Realizaron un viaje a través de todo el planeta, dejando por el camino especies y fomas vivas, como este monolito. El Parque Nacional Uluru-Kata Tjua decidió, en el año 2017, que ninguna persona más pisaría Uluru. El último día que estuvo abierto, se pudieron observar inmensas colas de visitantes. En la actualidad, se puede visitar el Parque Nacional y contemplar la formación, pero nadie podrá volver a escalar Uluru nunca más.