“En España tenemos un problema con las cesáreas”

En nuestro país un niño de cada cuatro nace por esta práctica

 

@lauramoton

Redactora de informativos

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 12 nov 2018

Alarma por el alto número de cesáreas. Este tipo de intervenciones quirúrgicas sin fines médicos se han duplicado, según la OMS, en los últimos 15 años en todo el mundo. España no es un caso aparte. Las cifras no dejan dudas: en el mundo de 2000 a 2015 se ha pasado de un 12 al 21 por ciento de los nacimientos por cesárea. En nuestro país un niño de cada cuatro nace por esta práctica.

Se percibe según denuncia la OMS que la mayoría de las cesáreas fueron realizadas en embarazos de bajo riesgo. En España la tendencia es que han disminuido un 10% los partos cada año, de hecho la tasa de embarazos es la más baja de Europa, 1'3 por cada mil mujeres, y lo curioso es que bajan los partos y suben las cesáreas. Se pude decir que uno de cada cuatro niños en España nace por cesárea. “Tenemos un problema”.

Quien afirma esto es el doctor Dr. Txantón Martínez-Astorquiza Ortiz de Zárate, Presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Él es también Jefe del servicio de Ginecología del Hospital Universitario Cruces en Baracaldo, Vizcaya. “El 24% de los partos en la sanidad pública son mediante cesáreas, una de cada 5. La tasa es del 35% en la sanidad privada. Uno de cada cuatro niños nacen en España por cesárea. Me preocupa mucho pero a veces me siento como una voz en el desierto. En el Hospital de Cruces nuestro porcentaje de cesáreas es del 13% no superamos el 15% que recomienda la OMS. Es un problema el que tenemos y me preocupa mucho”.

Las razones para que haya aumentado el número de estas intervenciones son multi factoriales. Son muchas mujeres las que lo piden bajo demanda porque prefieren no enfrentarse a las molestias de un parto natural, pensando en que hay más peligro en un parto vaginal. Los ginecólogos lo consideran como un derecho de la mujer y aceptan al cesárea bajo demanda. Otra realidad es que los ginecólogos son los médicos después de los cirujanos plásticos que más demandas sufren por mala praxis. Estos factores se disparan en la sanidad privada: “No es lo mismo un parto en la pública que en la privada. En la privada eres el responsable desde que la señora empieza a dilatar hasta que termina el parto. Y un parto es complicado, tienes que tener un soporte 24 horas de anestesista, enfermeros etc y si no tienes los recursos, a veces la cesárea te facilita el parto. Y por otro lado está el miedo a las demandas. Y siempre se argumenta y ¿si usted le hubiera hecho una cesárea hubiera pasado lo mismo? Es un argumento real se usa mucho y al final los ginecólogos lo hacen para quitarse problemas”.

La comunidad médica está de acuerdo con que hay que reducir estas cifras pero en la realidad no se aplica. Para el Doctor Txantón Martínez-Astorquiza Ortiz de Zárate, la ginecología en España tiene un altísimo nivel y sólo sería necesario “cumplir los protocolos establecidos por la SEGO”, también ayudaría el “realizar una auditoría en cada hospital para conocer porqué y cómo son estas intervenciones”. Reconoce que “la comunidad medica con las cesáreas no somos muy estrictos, somos honestos, pero luego hay circunstancias, hay hospitales pequeños con más dificultades que deben optar por ellas”.

Contrario a lo que se puede creer una cesárea sin necesidad médica supone un problema de recuperación para la madre y según los expertos puede tener consecuencias para el recién nacido. “Una mujer se recupera peor de una cesárea que de un parto natural. De un parto natural se pude ir en 24 horas a su casa si lo desea porque ha sido un parto natural, sin episotomía. En el Hospital de Cruces estamos llevando a cabo lo que denominamos alta precoz”.

Esto no quiere decir que no haya una necesidad de recurrir a ellas si la madre o el feto puede sufrir complicaciones durante el parto. Una cesárea puede suponer salvar la vida de ambos. En tres artículos recientes publicados en la revista The Lancet, se critica el uso de estas intervenciones cuando no son “médicamente necesarias”. Una de sus autoras Jane Sandall, del King's College de Londres cree que “El uso creciente de las cesáreas con fines no médicos podría estar introduciendo complicaciones evitables, y abogamos por que la cesárea solo se use cuando sea médicamente necesarias”.