Adopción, un planteamiento de vida

Hay dudas y hay miedo, pero también mucha valentía

@patriciarosety

Jefa de Tribunales

Madrid

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 02 jul 2020

Tomar la decisión de adoptar un hijo no es fácil. Hay dudas, muchas dudas, hay miedo, mucho miedo, pero también hay valentía. Y se puede decir que mucha. Es un planteamiento de vida. Para algunos puede resumirse en ser padres, para otros es estar concienciado con la situación de muchos niños que no tienen familia, que fueron abandonados. O las dos cosas. Alexia Gordillo y Jorge Centeno tienen experiencia en acogimiento familiar y en adopción. Tienen dos hijas adoptadas y están en vías de una tercera adopción.

Durante cinco años tuvieron en acogimiento permanente a dos hermanos que ya regresaron con sus padres biológicos, pero siguen en contacto con ellos y se ven cada poco tiempo. En ese período llegó una niña, un bebé, también en acogimiento, y ahora, cinco años después, la tienen adoptada. Y el año pasado, en el mes de julio, les llegó otra alegría casi de forma instantánea, otro bebé, de dos meses. Otra niña. Les avisaron un viernes y les dieron el fin de semana para pensarlo. No tuvieron ninguna duda. “Nosotros, encantados”, dice Alexia. Transmite mucha alegría y felicidad al contarlo. La pequeña estaba en una casa cuna de Madrid. Su madre biológica había renunciado a ella, al igual que en el caso de la primera hija.

En mayo 2015 Alexia y Jorge se presentaron a los programas de adopción nacional ordinaria y también a la especial, pero suspendieron el proceso porque llegó en acogimiento la que hoy es su hija mayor. Y en 2018 decidieron reactivarlo. Hicieron los cursos de formación necesarios y en julio de 2019 les llegó su segundo bebé. Todavía no tienen la resolución firme de adopción porque la crisis del coronavirus lo paralizó. Los Registros Civiles sí estaban abiertos para la inscripción de adopciones pero necesitan la resolución firme de adopción que tiene que firmar un juez. Con ese documento ya la pueden inscribir en el Registro Civil. De momento está en “guarda con fines de adopción”, cuenta Alexia a COPE. En septiembre de 2019 firmaron un documento en el que ratificaron su deseo de adoptar a la pequeña, pero hace falta la firma del juez.

Y, ahora, están en proceso de la tercera adopción, una adopción especial, una adolescente. En esta peculiar familia, cuenta Alexia, “los niños tienen claro que todos son hermanos, estén en acogimiento o en adopción, aunque no vivan en la misma casa". Cuando se juntan todos se convierten en una gran familia. Se nota la felicidad, la contagian.

Otra posibilidad de adopción es la internacional. Simple o plena, en función de si encaja o no con la regulación de adopción de nuestro Código Civil. En el caso de la adopción simple, o pre-acogimiento adoptivo, se constituye en España ante nuestros tribunales y se inscriben en el Registro Civil de la ciudad de residencia de la familia, nos explica Blanca Rudilla, Directora de la Asociación para el Cuidado de la Infancia. Es el caso de Filipinas.

La adopción plena encaja con nuestro código Civil. Blanca Rudilla cuenta a COPE que se constituye por vía judicial, ante los tribunales en el país de origen, como sucede en casi toda América Latina y en Rusia, o por vía administrativa, en los consulados españoles si se puede tramitar en el Registro Consular. Ésta es la vía frecuente en Asia, en países como China o Vietnam. Con la inscripción se facilita la partida de nacimiento y la anotación de la adopción. Los datos inscritos en el Registro Consular van directamente a España, al Registro Civil Central. Y una vez aquí se tramita el DNI y el pasaporte. En el caso de que no se haya podido registrar la adopción en el país de origen se tiene que presentar la documentación legalizada y traducida en el Registro Civil de la ciudad de residencia. Hecha la inscripción, los menores adoptados adquieren la nacionalidad española y si son mayores de 18 años tienen que prometer o jurar la Constitución en el Registro Civil.