¿Cuánta sal es demasiada? Esta es la cantidad máxima que deberías tomar para evitar la hipertensión y no dañar tus riñones

En nuestro país se consume el doble de la cantidad de sal recomendada por la OMS

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Patricia Blázquez SernaEuropa Press

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España presenta un problema considerable con el consumo excesivo de sal. De hecho, en nuestro país se consume casi el doble de lo que está recomendado. Esto deriva en esa alta prevalencia de hipertensión y de otras enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la sal también puede afectar a tu salud renal.

Claudia Urdangarín Fernández, dietista-nutricionista de la Clínica Universidad de Navarra, recuerda en una reciente entrevista que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de sodio a la población adulta de unos dos gramos al día. Esto se equivale a 5 gramos de sal al día. 

Sin embargo, esto es una premisa que no ocurre en nuestro país. En España, el consumo medio y según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), es de "9,7 gramos al día". De hecho, asegura que el 72% de la sal que tomamos proviene fundamentalmente de alimentos procesados, como son embutidos, pan y panes especiales, demás de quesos u otros platos preparados. El 20% se ingiere durante el cocinado o en la mesa, y en torno al 8% y 10% es la sal presente de forma natural en los allimentos. 

PRECAUCIÓN CON LA SAL

Tal y como explica Urdangarín, el sodio es un mineral fundamental que participa en una serie de funciones vitales dentro de nuestro organismo. No solo regula el equilibrio hídrico y electrolítico, sino también la transmisión nerviosa y la contracción de los músculos. Además, agrega, regula la presión arterial y el volumen de la sangre, lo que hace que las células puedan funcionar adecuadamente.

Sin embargo, un exceso de sal puede derivar en una serie de complicaciones a nivel renal, además de otras patologías. Si bien "la sal es indispensable para la vida", también es importante recordar que puede tener "un efecto perjudicial para la salud y si se consume en exceso". 

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La sal debe controlarse, ya que en el caso de los riñones, precisa que "la hipertensión daña a los vasos sanguíneos del riñón, reduciendo su capacidad de filtración". Es decir, un exceso de sal causa esa hipertensión, que acaba derivando en daños en el sistema renal. 

Además, un exceso de sal se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, retención de líquidos, osteoporosis, litiasis renal e incluso algunos tipos de cáncer gástrico. 

DAÑOS A LARGO PLAZO

La dietista-nutricionista matiza que estos daños no se producen a corto plazo, sino que es con el paso del tiempo, por acumulación de efectos relacionados con la hipertensión y el estrés renal, cuando aparecen estos daños mencionados algunas líneas más arriba.

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En este contexto, explica que las personas con enfermedad renal crónica deben limitar el consumo de sal para controlar la presión arterial, evitar la sobrecarga y así ralentizar la progresión de la enfermedad. Explica que "es imprescindible leer el etiquetado de los alimentos para controlar la ingesta de sal oculta y sustituir los alimentos con un contenido alto en sal (más de 1,25 gramos por 100 gramos) por los de bajo contenido en sal (menos de 0,25 gramos por 100 gramos)".

Por eso, la experta recuerda cuidar adecuadamente los riñones en verano bebiendo mucha agua, evitando el consumo de alcohol y otras bebidas azucaradas, controlando el consumo de sal y, en el caso de enfermedad renal, seguir las indicaciones médicas sobre líquidos y dieta.