El Papa, signo de unidad y comunión

“Una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”.

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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“Una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”. Son palabras del Papa León en la Misa de inicio de pontificado. Las repitió el viernes, solemnidad del Sagrado Corazón, en presencia de los sacerdotes que celebraban en Roma su jubileo. Es un mensaje en el que ha insistido varias veces en sus primeras semanas de pontificado, y que aluden a su principal misión como Obispo de Roma: ser “principio y fundamento visible de la unidad y comunión”.

Cada 29 de junio, fiesta de san Pedro y san Pablo, toda la Iglesia reza de manera especial por el Papa. En las últimas décadas, gracias al desarrollo de las comunicaciones, la figura del Pontífice ha experimentado una notable evolución. El Papa se ha convertido, por un lado, en una referencia personal para millones de católicos, que diariamente siguen la actualidad del Vaticano en tiempo real a través de los medios de comunicación. Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco o, ahora, León XIV, han sido unos miembros más de cada familia católica, a la vez que ejercían de “evangelizadores en jefe”, impulsando en cada momento la misión de la Iglesia. 

El carisma o estilo que aporta cada Pontífice es importante, pero por encima de eso, dijo el Papa León al día siguiente de su elección, están “las bendiciones que el Señor sigue derramando sobre todos nosotros a través del ministerio de Pedro”. Pedro es la piedra sobre la que Jesús construyó su Iglesia, no por unas virtudes personales excepcionales, sino en virtud de un misterio que, 20 siglos después, sigue sosteniendo la unidad de la Iglesia.