Novedosa visión de León XIV sobre las migraciones
Escucha la línea editorial de este domingo, 5 de octubre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Coincidiendo con la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, Roma acoge el Jubileo de los Migrantes, uno de los acontecimientos con mayor proyección de este Año Santo. En un momento en que las migraciones son a menudo vistas con desconfianza, el Papa reafirma el compromiso de la Iglesia en defensa de la dignidad y los derechos de las personas migrantes.
El posicionamiento resulta una obviedad desde la perspectiva de la doctrina social de la Iglesia, muy clara en este asunto, pero incide de forma directa en el debate actual a nivel mundial. León XIV recibía esta semana a la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones, quien agradecía su liderazgo moral en tiempos de recortes a la financiación humanitaria y de legislaciones cada vez más restrictivas en las fronteras.
El Papa, sin embargo, va un paso más allá en su mensaje, dirigido en primer lugar a las comunidades católicas. A estas comunidades no solo les recuerda su deber de hospitalidad, desde la premisa de que el cristiano es, ante todo, un “ciudadano del cielo”. El punto de su mensaje alude a la inyección de esperanza que las personas migrantes, con su anhelo de una vida mejor, aportan a las parroquias de acogida. España es un claro ejemplo.
Sin embargo, León XIV subraya que hace falta acompañar con discernimiento estos procesos. La acogida demanda apoyos de tipo social, pero lejos de un modelo asistencialista, la propuesta del Papa es que se ofrezca a estas personas una preparación que les capacite para ejercer labores de liderazgo, ofreciendo sus talentos a la comunidad como verdaderos “misioneros de la esperanza”.