¿Qué futuro tiene la OTAN?

"Arranca en La Haya la cumbre de la OTAN que, desde hace meses, se presenta como prueba de fuego para la supervivencia de la propia Alianza Atlántica"

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Arranca en La Haya la cumbre de la OTAN que, desde hace meses, se presenta como prueba de fuego para la supervivencia de la propia Alianza Atlántica. No se trata solo del desapego al multilateralismo de Donald Trump y de su giro con respecto a Ucrania y a Vladimir Putin. Los EE.UU. llevan años avisando de que sus prioridades están en el Pacífico y no están dispuestos a seguir financiando la defensa de Europa. Desde esa perspectiva, el compromiso de mayor gasto europeo reequilibra la balanza y evita la ruptura. Quedan, sin embargo, otros importantes escollos por resolver. Con respecto a los intereses inmediatos, los socios europeos piensan no solo en Rusia, sino en el gasto militar como palanca de desarrollo económico e industrial, incluso a costa del gasto social. A Donald Trump, por su parte, le interesa que la industria militar norteamericana continúe surtiendo a Europa, y por eso defiende un aumento rápido del gasto. Más complicados son las diferencias políticas y estratégicas. El mundo se adentra en una fase de globalización más selectiva; la propia Europa asume que debe haber mayor coherencia entre sus relaciones políticas y comerciales. Su opción natural es Occidente, pero Trump no se lo pone fácil con su desprecio por sus aliados tradicionales. Tampoco hay una visión compartida sobre la ONU y el multilateralismo. El bombardeo unilateral de Irán por parte de Washington es un claro ejemplo de la brecha que se ha abierto entre ambos lados del Atlántico. Pensar que, con la próxima presidencia norteamericana, las cosas volverán a ser sin más como antes no deja de ser una carta a los Reyes Magos.

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