El doble desafío de Bayrou

"La clase política francesa sufre una división difícil de recomponer, mientras el país se enfrenta a un riesgo real"

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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El primer ministro de Francia quiere hacer frente al dramático déficit fiscal que arrastra el país. La propuesta es reducir en 44.000 millones de euros el gasto público en el presupuesto para 2026. Sabe que su propuesta no goza, al menos de momento, de los apoyos necesarios en la Asamblea Nacional para “afrontar las cosas con determinación y constancia”. La clase política francesa sufre una división difícil de recomponer, mientras el país se enfrenta a un riesgo real. Le Pen y su discípulo Bardella han corrido a lanzar sus primeras amenazas contra Bayrou: si el primer ministro no cambia de actitud, le censurarán. Y no solo se trata de los recortes y de la incapacidad gubernamental de reducir la presión fiscal sobre los franceses, subraya Le Pen, sino también de la propuesta de suprimir las fiestas laborales del Lunes de Pascua y el 8 de mayo, día de la Victoria.

Le Pen sabe que las propuestas de Bayrou van a generar divisiones y su partido va a ser clave. “Si Bayrou no nos escucha, dice Le Pen, vamos a hacerle caer. Y si nos escucha, habrá divisiones dentro de su coalición”. La estrategia está clara: presionar y forzar a Macron a disolver la Asamblea Nacional. La incapacidad de las fuerzas políticas que ocupan el amplio centro político en Francia de llegar a acuerdos hace que la llegada de Agrupación Nacional a la presidencia de la República se presente como algo irremediable. Frenar el déficit fiscal es tan importante como buscar un acuerdo transversal que permita mantener intacta la democracia liberal representativa y el proyecto europeo.