Cumbre en Bruselas: cuando gobernar no es más que resistir

El Gobierno arranca el tercer curso de la legislatura sin siquiera haber presentado un proyecto de ley de Presupuestos ante el Congreso

Redacción digital

Madrid - Publicado el

1 min lectura

El Gobierno arranca el tercer curso de la legislatura sin siquiera haber presentado un proyecto de ley de Presupuestos ante el Congreso. Con las manos atadas para gobernar, el único objetivo de Pedro Sánchez se ha convertido en resistir. Por eso las miradas vuelven hoy al lugar en el que se decide la legislatura.

Con Santos Cerdán en prisión, en uno de los múltiples casos judiciales que acosan al Gobierno, asume provisionalmente las funciones de interlocución con Junts el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, dirigente muy próximo a Pedro Sánchez, que visita hoy en Bruselas al prófugo de la justicia Carles Puigdemont. Agotado el cartucho de la ley de amnistía, la oferta es una reforma de la financiación autonómica a la medida de Cataluña. Se trata de una vieja reivindicación nacionalista, pese a lo cual es poco probable que Junts acceda a cambio a aprobar los Presupuestos.

Si el programa del PSOE se reduce a la supervivencia política de Sánchez, igual les sucede a los independentistas con Puigdemont. Todo lo cual conduce a una preocupante situación de parálisis, ya sin el colchón que, en los últimos años, han permitido los Fondos europeos. Alberto Núñez Feijóo ha puesto sobre la mesa la propuesta de disolución de las Cortes cuando se acumulen dos prórrogas de los Presupuestos.

La reforma podría tener interesantes efectos en el sistema de partidos y resultaría beneficiosa para la gobernabilidad. En el momento actual, sin embargo, a lo máximo que puede aspirar la oposición es a poner en evidencia que no hay Gobierno en España, sino solo una terca voluntad de resistir a cualquier precio.