Consentimiento y protección
Tiempo de lectura:1Actualizado18 mar 2023
Ahora que ha pasado el escándalo provocado por el falso ataque de homofobia que tuvo como protagonista a un joven en el barrio madrileño de Malasaña, quizás convenga detenerse en algo de lo que se ha hablado poco. El ataque nunca existió, pero las lesiones del joven se produjeron. Hubo cortes en nalga y muslo. Parece ser que responden a prácticas de sadomasoquismo extremo. Hubo violencia. Cuando se conoció la verdad de lo que había sucedido nos quedamos relativamente tranquilos porque había sido una práctica consentida. Pero con la defensa, siempre necesaria, del libre consentimiento, no se acaba el problema. ¿Hay límites a la libre decisión? Es una pregunta complicada que depende en muchos casos del bien que se quiere proteger en una sociedad democrática, donde la moral y la ley no siempre pueden coincidir.
Luchamos, por ejemplo, contra el suicidio, porque consideramos que el consentimiento del que se quiere quitar la vida no es suficiente. En nuestro país no son legales los vientres de alquiler, aunque haya libre voluntad de las partes. Admitimos que hay bienes inviolables. Pero al considerar lo que es inviolable y lo que no, oscilamos como sociedad, sin entablar una discusión seria al respecto. Es necesaria esa discusión para establecer qué bienes no deben estar al albur de la libre decisión de cada persona.
- item no encontrado
Lo más
- item no encontrado
- item no encontrado
- item no encontrado
- item no encontrado
Lo último
- item no encontrado