47 años de Constitución

Hoy es un buen día para recordar un método de diálogo y de consenso que nos permitió ponernos de acuerdo para crear un cauce por el que tiene que discurrir nuestra vida democrática

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Celebramos el 47 aniversario del referéndum que ratificó la Constitución española. Casi el 90 por ciento de las personas que votaron aquel día lo hicieron a favor de la Carta Magna. Recientemente Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución que sigue vivo, hablaba de la necesidad de ser fieles a las instituciones que nos dimos. 

Hoy es un buen día para recordar un método de diálogo y de consenso que nos permitió ponernos de acuerdo para crear un cauce por el que tiene que discurrir nuestra vida democrática.  

Pero sería poco leal con la Constitución convertir este aniversario es un puro recuerdo más o menos emotivo y no señalar los problemas con los que no encontramos. El texto actual de la Constitución, salvo por algunas pequeñas modificaciones, sigue siendo el mismo que el aprobado en 1978. Sin embargo, se han ido produciendo una serie de modificaciones, mutaciones las llaman los expertos en la materia, introducidas por la puerta de atrás. 

La prueba es lo que ha sucedido con el modelo territorial: nos hemos convertido, de hecho, en Estado federal, sin contar con los mecanismos de contrapeso propios del modelo federal. Otro ejemplo es el de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional con motivo de la amnistía que ha establecido como principio que todo lo que no está expresamente prohibido está permitido. El problema es que estas mutaciones que se han ido produciendo no han contado con las mayorías de tres quintos, el 60 por ciento de los diputados, que exige la Carta Magna para su reforma. Las mutaciones realizadas por la puerta trasera se han llevado a cabo con mayoría mucho más débiles o han sido el resultado de la politización del Tribunal Constitucional.