Venezuela no es una democracia

En una entrevista concedida al diario chileno “El Mercurio”, y en medio de su gira por diversos países latinoamericanos, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha afirmado esta semana que Venezuela no es una democracia porque hay presos políticos. Ciertamente, no es la única razón por la que el régimen chavista dista mucho de ser una democracia y es verdad que Sánchez ha esquivado la pregunta cuando le han interpelado directamente sobre el carácter dictatorial del Gobierno de Venezuela, pero bien está que el presidente del Gobierno español haya elevado un punto la crítica sobre este asunto.

No se puede tapar el sol con un dedo y las evidencias que nos llegan, día tras día, nos muestran un país asolado, del que la población sale huyendo. Esta misma semana hemos visto terribles imágenes de una población sumida en el caos, con cortes en el suministro de luz eléctrica, haciendo colas interminables para tratar de conseguir algún producto básico, sufriendo las rocambolescas medidas con las que Maduro pretende frenar la hiperinflación, y mostrando en sus carnes las consecuencias de una desnutrición que es más que evidente en miles de venezolanos. Ya conocemos el pelaje del Gobierno venezolano, que sigue echándole la culpa siempre a otro, sea de manera genérica el imperialismo norteamericano, o de manera particular e hilarante a las iguanas que comen cable y que podrían ser las responsables de los apagones masivos y repetidos en Caracas.

El escenario es muy complejo y no se atisba a corto plazo una alternativa para Venezuela. Por eso es tan importante que desde la comunidad internacional se aborde con firmeza la situación y que ninguna voz mínimamente autorizada blanquee con sus declaraciones y actos al régimen de Maduro.