LÍNEA EDITORIAL

¿Sólo un golpe de efecto?

Mientras se debatía sí o no a la moción de censura, Sánchez ha dicho estar dispuesto a "detener el reloj" de la propuesta de renovación de reforma del CGPJ

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 18:01

Bruselas advirtió al Presidente del Gobierno acerca de su propuesta para reformar el gobierno de los jueces españoles. Sánchez sacó pecho y reafirmó su voluntad de seguir adelante. Según él, el bloqueo del PP le obligaba a tomar decisiones.

Una semana después, Pedro Sánchez ha recurrido de nuevo a un golpe de efecto. Desde la Tribuna del Parlamento, mientras se debatía sí o no a la moción de censura, Sánchez ha dicho estar dispuesto a "detener el reloj" de la propuesta de renovación de reforma del Consejo General del Poder Judicial para poder negociar con el PP.

Se abre ahora un tiempo de espera que obliga a la cautela. Por el momento Pablo Casado acepta la propuesta y pone sus condiciones: sí, a cambio de que Podemos no esté en la negociación. La negociación y el acuerdo son claves en los procesos democráticos de toma de decisiones.

Sánchez, sin embargo, acude a ellos como si fueran un ejercicio de condescendencia. Está claro que Gobierno podía haber buscado antes la negociación, pero ha optado por dilatar los tiempos y forzar la excepcionalidad.

La renovación de los órganos judiciales es de tanta importancia que los meses de parálisis no pueden cerrarse con un acuerdo apresurado. El Informe sobre el Estado de Derecho que el pasado día 1 de octubre dio a conocer la Comisión Europea apunta a algunas cuestiones que deberían ser abordadas en las conversaciones.

Ha llegado la hora de avanzar hacia la mejor fórmula posible de renovación de los órganos constitucionales, para profundizar en los imperativos de independencia y equilibrio de poderes propios del Estado de Derecho.