8 de abril

La Santa Sede alerta: no discriminar a los mayores

Hay que destacar la gran labor que vienen desarrollando las parroquias y tantos voluntarios jóvenes al organizar redes de solidaridad, la gravedad del mome

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Uno de los efectos más dolorosos del coronavirus es la elevada mortandad entre las personas mayores, sobre todo las que viven solas o se encuentran recluidas en residencias. Los datos no pueden ser más dramáticos: más del 90 por ciento de las víctimas de la enfermedad son mayores de 60 años, y se da el caso de que en algún país, como Holanda, se da prioridad a los menores de esa edad a la hora de atenderlos en los hospitales.

La Santa Sede, a través del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, recordó ayer que salvar las vidas de los mayores tiene la misma prioridad que salvar a cualquier otra persona. En un documento dirigido a los responsables públicos y a la conciencia social, reafirma el deber de atender a todos los enfermos y pide que se tomen las medidas necesarias para proteger a los mayores debido a su fragilidad. En muchos casos, recuerda el documento, la primera patología que sufren los mayores es la deprimente soledad en que viven, por lo que remediar su situación de abandono podría salvar muchas vidas.

Hay que destacar la gran labor que vienen desarrollando las parroquias y tantos voluntarios jóvenes al organizar redes de solidaridad, la gravedad del momento y la conciencia del valor inestimable de la vida humana exigen hacer más por defender de la tempestad a nuestros padres y abuelos, lo mismo que cada uno de nosotros ha sido protegido por ellos frente a las tormentas de la vida. En medio de esta cruel pandemia la Iglesia levanta su voz para recordar que no puede haber discriminación a la hora de acoger a los enfermos, sea cual fuere su edad.