22 DE MAYO

Ninguna crítica para Xi

Hasta en una economía planificada se impone el realismo de las circunstancias

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 19:11

La Asamblea Nacional Popular de China es un órgano nominalmente legislativo que está previsto que se reúna una vez al año. Hoy, tras dos años sin ser convocada, se celebra una nueva convención, retrasada un par de meses por la pandemia.

En el orden del día que espera a los 3.000 diputados figuran las medidas económicas que el Gobierno se ha visto obligado a adoptar. Hasta en una economía planificada se impone el realismo de las circunstancias. La República Popular China se ve obligada a reducir sus perspectivas de crecimiento y a adaptarse a tiempos de incertidumbre. Pese a esto, es impensable que la Asamblea Nacional no ratifique, aplauda y ensalce las decisiones gubernamentales durante y después de la crisis del coronavirus.

Por supuesto no habrá fiscalización ni crítica sino aplausos cerrados a una gestión sobre la que se ciernen muchas dudas y que se maquillará para reforzar el liderazgo de Xi Jinping.

Una de esas decisiones de la Asamblea será la aprobación de una ley de seguridad nacional para Hong Kong. El régimen no puede permitirse el lujo de que las protestas del año pasado se reproduzcan en un escenario de tanta incertidumbre como el generado por la pandemia del Covid-19. Las dictaduras como la china y los gobiernos autoritarios no se plantean ni siquiera el dilema. Entre la libertad y la seguridad nacional, gana siempre la segunda.