LÍNEA EDITORIAL
México: el fracaso de la Cuarta Transformación
El presidente López Obrador ha decidido reformar el sistema de partidos con el argumento de que el actual es extremadamente caro. El modelo propuesto tiende al bipartidismo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Instituto Nacional Electoral es el órgano encargado de velar por los derechos electorales de los mexicanos. El presidente López Obrador ha decidido reformar el sistema de partidos con el argumento de que el actual es extremadamente caro. El modelo propuesto tiende al bipartidismo y prevé la elección ciudadana de los consejeros y magistrados.
El pasado domingo, las calles de la ciudad de México congregaron a cientos de miles de ciudadanos contra esta reforma constitucional. La oposición se mostró unida, hizo alarde de su capacidad de movilización y desafió al presidente. En respuesta, López Obrador ha convocado una contra manifestación que él mismo encabezará y que concluirá en el Zócalo de la Ciudad de México.
En 2018, López Obrador llegó a la Presidencia con el propósito de provocar una transformación integral del país, y para conseguirlo contaba con la mayoría del Congreso. El objetivo era combatir la corrupción y la pobreza, reducir la violencia, mejorar las condiciones económicas y renovar la moral del pueblo. Los fracasos de López Obrador son, cuatro años después, estrepitosos. El sistema de salud no ha sido capaz de evitar la muerte de 800.000 mexicanos durante la pandemia y las cifras de la pobreza alcanzan hoy a 55 millones de mexicanos. La violencia se ha intensificado y se han debilitado el Estado de Derecho y el principio de legalidad. La última jugada será la reforma electoral. Si esta prospera, México podría regresar a los mejores días del PRI, donde no importaba quién competía electoralmente porque siempre ganaban los mismos.