13 de abril

Un mensaje de esperanza para el mundo

Es el momento, como ha subrayado el Papa, de apartar la indiferencia, el egoísmo y el olvido

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En la tradicional Mensaje de Pascua, tras el que ha impartido este domingo la bendición “Urbi et Orbi”, el Papa Francisco ha querido lanzar un mensaje de esperanza, especialmente para aquellas zonas del mundo que siguen anhelando la paz como Siria, Yemen, Irak o el Líbano, entre otras. Es el momento, como ha subrayado el Papa, de apartar la indiferencia, el egoísmo y el olvido. La resurrección de Cristo no hace desaparecer como por arte de magia todos los problemas que tenemos en el mundo. Es, en cambio, la victoria del amor sobre la raíz del mal. 

En un momento como el actual, en el que todos de una manera o de otra estamos sufriendo, Jesús resucitado, vivo entre nosotros, es un mensaje poderoso de esperanza. Y Francisco ha querido que, en esta situación de particular vulnerabilidad por la pandemia que sufrimos, no olvidemos a los que viven en las periferias, a los pobres, a los refugiados y a las personas si hogar para que no pierdan el acceso a lo más básico, ahora que muchas empresa están cerradas. 

Y, en este sentido, ha querido lanzar un mensaje especial a nuestra vieja Europa, que tras la Segunda Guerra Mundial, pudo crecer gracias al espíritu de solidaridad. Ahora es más urgente si cabe que las rivalidades no vuelvan a aparecer, sino que todos sean capaces de sentirse miembros de una misma familia y se apoyen mutuamente. Hoy la Unión Europa afronta un desafío histórico del que dependerá quizás el futuro del mundo entero. Ojalá que sepa entender con claridad que ese futuro se encuentra precisamente en sus propias raíces y que es el momento de abogar por la unidad y la solidaridad fraterna para no poner en riesgo la coexistencia pacífica de las próximas generaciones.