Línea editorial: "Tiempo de responsabilidad"

Empezamos una segunda Semana Santa con restricciones. Tenemos cierre perimetral de las Comunidades Autónomas y toque de queda. Solo nos podemos reunir cuatro personas en espacios públicos cerrados y seis en espacios públicos abiertos. Hubiera sido deseable, como en otras ocasiones, una normativa común a toda España y mayor claridad para afrontar los repuntes que pueden derivar en una cuarta ola.

Para muchos es tiempo de vacaciones. Las vacaciones son un tiempo en el que cada uno decide qué hacer libremente, un momento para lo privado, para lo personal. Desde hace catorce meses vemos cómo lo que pasa en el mundo se ha colado en nuestras vidas y las determina absolutamente.

Eran impensable hace dos años que alguien pudiera decidir por nosotros aspectos tan privados como nuestra libertad de movimientos o la forma en la que usábamos nuestro tiempo. Nunca hubiéramos podido imaginar que lo que pasa en el mundo determinara tanto y tan directamente nuestra vida personal.

Pero tampoco hubiéramos podido pensar que una decisión personal influyera tanto en la vida de tantas personas. Hemos aprendido que de cada uno de nosotros depende la seguridad de muchos otros. Hemos aprendido, en definitiva, cuánto depende de nueestra responsabilidad personal