Línea editorial: "La solución a Cataluña está en el resto de España"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cataluña lleva demasiado tiempo sin un gobierno capaz de responder a los problemas de los ciudadanos. El drama es que, salvo sorpresa mayúscula, las cosas seguirán igual después de las elecciones de hoy. Si se confirma una mayoría independentista Cataluña seguirá en el cansino bucle del “procés”. Claro que tampoco han sido capaz los no independentistas de ofrecer alternativas claras, afectados por los problemas de gobernanza y polarización en toda España. La descentralización que introdujo la Constitución ha sido beneficiosa para el país, y más lo hubiera sido si cada autonomía no hubiera emulado el viejo centralismo.
En todo caso, España es un ejemplo de democracia y respeto a la diversidad territorial, pero persiste un grave déficit de coordinación leal, como ha mostrado la crisis sanitaria. Las disfunciones tienen origen en gran medida en las tensiones independentistas. Los partidos constitucionales no han sido capaces de contrarrestar esas tendencias egoístas con sus cesiones al nacionalismo. El grado de responsabilidad no es hoy el mismo, pero sí está en la mano del PP, Ciudadanos y PSOE lograr que la cooperación leal entre territorios y fuerzas políticas sea la norma general. Mientras el radicalismo y la confrontación sean la vía más eficaz para obtener resultados, el independentismo tendrá en su poder los ases de la baraja.