Línea editorial: "Que la guerra en Ucrania no caiga en el olvido"

Ante las enormes necesidades que existen, la ayuda humanitaria que llega es insuficiente

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 23:32

El Papa Francisco ha señalado, con agudeza, en diversas ocasiones que estamos viviendo una tercera guerra mundial a plazos. Esta fragmentación típica de la posmodernidad, unida a la tiranía de la actualidad que, en los medios de comunicación, igual sirve para acercarnos lo lejano que para insensibilizarnos y olvidarnos de ello, hace que convivamos con pasmosa naturalidad con numerosos conflictos bélicos; guerras olvidadas para muchos que no por ello dejan de ser situaciones lacerantes que miles de hermanos sufren a diario en todo el mundo.

A este respecto, el nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Visvaldas Kulbokas, nos ha recordado que no podemos permitir que la invasión en el país ucraniano se desvanezca en los medios de comunicación y en el interés mundial, como sucedió por ejemplo en el conflicto sirio. La situación es dramática y el sufrimiento de las personas es simplemente inimaginable. El horror no desaparece porque ya no esté presente en las parrillas de programación.

Ante las enormes necesidades que existen, la ayuda humanitaria que llega es insuficiente, y una de las formas de ayudar es, sin duda, manteniendo el interés y dando visibilidad a lo que las lógicas mediáticas terminan por sepultar. Cada día, como nos recuerda el nuncio apostólico en Ucrania, la población se despierta dando gracias a Dios por el día siguiente. Saben que el corazón del Papa está con ellos y agradecen sus gestos de cercanía y ternura.

Ante la situación diaria, los ataques bestiales a ambulancias, jardines de infancia y hospitales, rezan para que el corazón no esté lleno de odio, sino de coraje, esperanza y confianza en Dios. Contribuir, en la medida en la que a cada uno nos sea posible, para que el horror de la guerra y la injusticia no caigan en el olvido es una tarea urgente e ineludible que nadie puede hacer por nosotros.